El resultado de prueba de ADN realizado a Julia Wendell, la joven de 21 años que sospechaba ser Madeleine McCann, la nena británica que desapareció hace casi 16 años en Portugal, fue negativo. La noticia fue informada por Fia Johansson, investigadora privada que trabaja como portavoz de la joven polaca desde hace meses.
“Por fin conocemos la realidad, aunque es imposible tenerla con certeza sin los resultados de ADN de los padres de ambos lados. No obstante, los resultados de la prueba realizada a Julia revelaron que ella es 100% polaca, con una influencia insignificante de Lituania y Rusia, y sin ninguna raíz británica ni alemana”, indicó en un comunicado que compartió en Instagram.
Expresó que la historia de Julia “es mucho más complicada que la de una simple chica de un pueblo pequeño que pretende llamar la atención", y que "ella creía en lo que decía".
"Lo sorprendente es la negativa de sus padres a resolver esta pregunta tan importante. Una simple prueba de ADN realizada a sus padres habría resuelto muchas preguntas para ella”, agregó.
La sospecha de Julia Wendell
"Creo que puedo ser Madeleine. Necesito una prueba de ADN. Los investigadores de la policía del Reino Unido y Polonia intentan ignorarme. Contaré mi historia en publicaciones aquí. Ayúdame", fueron las palabras que Wendell eligió para dar a conocer su caso. El pedido se volvió viral en pocas horas. En la cuenta, la joven comparaba fotos del momento de la desaparición de Maddie con las de su infancia.
Según su relato, tenía una marca en el iris igual a la de Madeleine, pero "se le borró" con el correr de los años y un hoyuelo en la misma zona de la cara que la niña desaparecida. Además, aseguraba que su sonrisa se parece a la de Kate McCann, la madre de Maddie.
La desaparición de Madeleine McCann
Madeleine McCann tenía tres años cuando desapareció el 3 de mayo de 2007 durante unas vacaciones familiares en Portugal. El caso, que continúa siendo un misterio, volvió a ocupar un importante lugar en las noticias cuando Wendel pidió el ADN al creer que podría llegar a ser aquella niña.
Kate y Gerry McCann, se hospedaron con sus tres hijos -Madeleine y sus hermanos, Sean y Amelie- en un departamento del complejo turístico Ocean Club de la Playa de la Luz del Algarve y la penúltima noche de la estadía ocurrió la desaparición. Según declararon, fueron a cenar a un restaurante a menos de 100 metros de distancia del lugar donde dejaron durmiendo a los niños y se turnaban cada 20 o 30 minutos para ir a ver cómo estaban. A las 22, Kate descubrió que la cama de Maddie estaba vacía.
En ese momento comenzó una búsqueda que hasta la fecha no dio frutos: ni la niña ni el culpable de su desaparición fueron encontrados. En un comienzo los propios padres fueron considerados como posibles responsables o encubridores de una presunta muerte.
En la actualidad, y desde 2020, el principal sospechoso es Christian Brueckner, un alemán imputado por cinco delitos sexuales cometidos entre el 2000 y el 2017 contra niñas y mujeres de entre 10 y 80 años. De acuerdo con datos recabados de su celular, la noche de la desaparición se encontraba cerca del complejo donde pasaban las vacaciones los McCann.