Escrita por Florencia Aroldi, Jarra de porcelana es una obra que pone el foco sobre uno de los personajes de Rotxs, primera novela del músico y escritor Pelcha Beyer. Fue el mismo autor quien tuvo la idea de, a partir de esa versión libre, producir un espectáculo unipersonal interpretado por Cristian Thorsen, bajo la dirección de Mariano Dossena. Y dado que el mismo libro es una obra conceptual que integra música y artes visuales, el director también optó por una puesta que se ofrece como un “objeto plástico teatral”. El diseño del vestuario y la escenografía de esta experiencia que puede verse en el Complejo Teatral Ítaca (Humahuaca 4027) pertenece a Nicolás Nanni, la iluminación, a Claudio Del Bianco y las proyecciones, a Raimundo López Castro.
José, un escritor que vive en un monoambiente, es el protagonista. Paciente psiquiátrico, está adaptando una novela propia para hacer un unipersonal, tarea que lo pone en crisis, más aún cuando se da cuenta de que a su lado hay un hombre muerto y que no recuerda nada de lo sucedido. Así, parte del desarrollo de la acción trabaja sobre las dificultades de pasar de un género literario a otro. Ése fue también el trabajo que tuvieron que realizar el director y el actor: “fuimos de la novela a la dramaturgia de Florencia, y luego a la puesta, para darle un cuerpo escénico que, para nosotros, es un crash teatral”, sintetiza Dossena en una entrevista con Página/12.
-¿A qué alude el título de la obra?
-Un objeto delicado y antiguo como una jarra de porcelana que se rompe, remite a la ruptura del texto, al estado del propio personaje y también al asesinato.
-¿Qué es lo que se dice en la obra sobre el paso de un género a otro?
-El personaje sufre la crisis de pasar de ser él mismo un personaje de novela, escrito para ser leído, a un personaje teatral que implica el esfuerzo de actuar, de poner el cuerpo. Conformamos un sistema cerrado en el que hay un juego muy atractivo donde también se escuchan los fragmentos de la novela.
-¿Cómo se fue convirtiendo la puesta en un hecho plástico?
-No queríamos mostrar las disquisiciones de un loco en escena…Generamos un dispositivo con placas de policarbonato, formando una caja para sugerir el departamento donde se encuentra José. Y esto se fue transformando en un objeto plástico, con luces, proyecciones y sonido.
-En el programa de mano se lee una pregunta: ¿Cuáles son los bordes que distinguen el arte de la vida?
-Juan Carlos Gené decía en sus clases que había vivido más tiempo en un escenario que en la vida misma. Es que todo el que está abocado al teatro tiene tal nivel de obsesión que podemos pensar que es un hilo muy delgado el que separa la ficción de lo que es la vida cotidiana. Cuando está creando, el artista está como en otro planeta.
-Pero José no disfruta de su creación.
-A pesar de que la obra tiene humor, el personaje se siente preso del texto, como si no pudiera dejar de actuar en ese sistema cerrado que plantea la puesta. De allí partimos, de la incomodidad del encierro, para que el actor termine haciendo un tour de force, atravesando por muchos estados.
-El autor de la novela Rotxs explica que se trata de “una historia que narra lo trascendental y absurdo de la existencia”. ¿Sucede lo mismo en la obra?
-Hablamos poco del sentido. La obra tiene mucho de disruptivo, tanto en el texto como en la actuación. Pero preferimos no preguntarnos demasiado acerca del sentido: es un hecho vivo que no tiene nada de solemne, como pasa tantas veces en el teatro.
-¿Hay solemnidad en el teatro?
-Sí, creo que sí: muchas veces se hace teatro para los colegas de los propios ghettos teatrales y el público se queda afuera.
-Llama la atención la cantidad de autores tan diversos que elegís para dirigir…
-Me gusta pensar en el teatro que genera preguntas y tiene misterio. Es bueno tener hipótesis sobre lo que se va a hacer, pero lo propio del hecho vivo tiene que ver con arrojarse a una idea que luego tendrá resonancia en el público. Pero el teatro, finalmente, es inexplicable. Es tan aleatorio que en el teatro 2+2 nunca es 4.
*Jarra de porcelana, en el Complejo Teatral Ítaca (Humahuaca 4027) sábados a las 20 hs.