El Banco Nación anunció ayer que aumentará de 30 a 40 años los plazos para pagar créditos hipotecarios ajustados por la inflación. La entidad a cargo de Javier González Fraga elevó además de 25 a 30 por ciento la relación entre la cuota de los préstamos y el ingreso de las familias. El banco planteó que se busca compensar la situación de unos 10 mil créditos que se aprobaron en las últimas semanas pero aún no se depositaron. “El propósito es el de atenuar el impacto de la volatilidad cambiaria”. Este sistema de financiamiento que promociona el Gobierno a través del Banco Nación hace que una familia deba pagar por cuatro décadas cuotas similares a los montos de un alquiler. La población se termina transformando en un inquilino de los bancos en lugar de tener su vivienda propia, advierten en el sector.
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que los clientes puedan acceder a la vivienda que están por comprar por lo que, de ser necesario, repetiremos el esquema de incremento del tope máximo de la relación cuota e ingreso en caso de un aumento de la volatilidad del tipo de cambio”, indicó el Banco Nación.
Esto implica que a medida que suba el dólar se demorará cada vez más en cancelar el financiamiento, puesto que el individuo requiere más pesos para comprar la misma propiedad, cuyo precio esta fijo en dólares. En las últimas semanas hubo una gran cantidad de hogares que se desesperaron con la escalada del tipo de cambio. Se debe a que entre se toma la decisión de sacar el crédito hipotecario y se reciben los pesos en la cuenta bancaria pueden pasar hasta 3 meses. Si sube el tipo de cambio en ese período, se deben destinar más pesos para comprar la misma propiedad, y por lo tanto se requiere de más crédito que implica una mayor cantidad de cuotas.
La incertidumbre con el dólar es un problema importante al momento de tomar la decisión de sacar un crédito hipotecario cuyos fondos se reciben en pesos. En el Banco Nación adelantaron que a partir de ahora se les dará una opción a “los clientes de acceder a un seguro de tipo de cambio en el período de vigencia del preacuerdo del préstamo hipotecario”. El objetivo sería darle tranquilidad a la familia que con el préstamo conseguirán acceder siempre a una misma cantidad de dólares sin importar que ocurre con la cotización. “En caso de aumentar el tipo de cambio al momento de la escrituración, el cliente recibirá los pesos pre acordados en el préstamo hipotecario; más los pesos que sean necesarios para acceder a igual cantidad de dólares que los que habría podido obtener al momento del preacuerdo”, indicaron. Esta cobertura sin embargo no será gratuita y representará un costo adicional para las familias, que ya deben afrontar los gastos de comisiones e impuestos inmobiliarios, entre otros.
Referentes del sector critican la propuesta de créditos hipotecarios del Gobierno porque aseguran que transforman a las familias en “inquilinos seriales”, al tener que pagar por 40 años los créditos para acceder a la vivienda. “Estos créditos hipotecarios tienes dos razones. Una, que las familias que quieren acceder a la vivienda propia dejen todos sus ahorros en el banco. Dos, que se queden endeudas por 30 o 40 años”, dijo Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados.
Mencionó que “creer que un crédito hipotecario soluciona el problema de la vivienda de un país, eso no existe en ninguna parte del mundo. La realidad es que son muy buenos negocios para los bancos y las constructoras”. Muñoz criticó que no haya cifras oficiales sobre cuántos individuos acceden a estos préstamos. “No se puede saber cuánta gente escrituró con los nuevos créditos, no se consiguen las cifras, nadie te las da. Lo único que te dicen es cuánta gente consultó, y como consultó un montón de gente, para ellos es un éxito”, planteó. Aseguró además que es un “despropósito” que las familias tengan que pagar durante los próximos 7 o 10 mandatos presidenciales una cuota atada a la inflación, que en la Argentina es una variable imposible de predecir.
Desde Reporte Inmobiliario mostraron una lectura optimista sobre los préstamos para la vivienda. “Este sistema de financiamiento está teniendo mucha demanda y a medida que se empiece a aceitar se convertirá en un boom. Los años 2018 y 2019 van a ser muy buenos en lo que refiere al crédito hipotecario. Los datos muestran que el 21 por ciento de las compraventas de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires en el primer semestre de 2017 se hicieron a partir de crédito hipotecario. No pasaba desde los noventa”, indicó Germán Gómez Picasso. Agregó que “para quienes hoy son inquilinos tomar este crédito es una buena idea porque el ajuste del coeficiente UVA está subiendo menos que el de los alquileres y si sigue bajando la inflación será mejor todavía”.