Una de las tradiciones emblemáticas de Semana Santa es la costumbre de comer pescado el Viernes Santo. No comer carne, en realidad, es la premisa de muchos fieles católicos. Y la merluza, o filet de merluza para ser exacto, tiende a ser la estrella gastronómica por estos días. El puerto de Mar del Plata está a la cabeza de la manufactura pesquera en la provincia, razón por la cual se desarrollan en el lugar minuciosos mecanismos de control laboral respecto a las condiciones de los y las trabajadoras. Con esa tarea, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires recorrió durante esta semana más de 20 plantas de procesamiento de pescado en tierra a los fines de detectar irregularidades y fortalecer el empleo en regla.
Con nueve inspectores de la delegación marplatense en conjunto con otros seis que arribaron desde La Plata, se relevó la situación a 245 trabajadores, cuyos empleadores tienen tiempo hasta el 13 de abril para presentar la documentación que certifique la condición actual. En caso de no cumplir con los requerimientos, se iniciarán sumarios que derivarán en multas, según especificaron las autoridades.
Raúl Calamante, Coordinador Regional de la Zona VIII de la cartera liderada por Walter Correa, conversó con Buenos Aires/12 acerca de las tareas llevadas a cabo en materia de fiscalización sobre condiciones de trabajo, registración, y seguridad e higiene; y dio cuenta de que lo observado por el personal del Ministerio de Trabajo no arroja un panorama alentador. “En una de las empresas, escondieron a los trabajadores en contenedores y hasta nos imposibilitaron ingresar para realizar la inspección”, relató.
Calamante tiene bajo su responsabilidad las delegaciones e inspecciones realizadas en Azul, General Pueyrredón, Balcarce, Necochea, Olavarría y Tandil. Según el último informe de la Subsecretaría de Asuntos Portuarios del Ministerio de Producción provincial que reúne los datos del segundo trimestre de 2022, el puerto de Mar del Plata movilizó 150.141 toneladas de pescado fresco durante ese período.
“La precarización se produce en las plantas de elaboración en tierra, porque embarcado es mucho más difícil dados los controles de otros organismos y los riesgos para los dueños de embarcar alguien sin su libreta de autorización”, explicó el coordinador de la cartera laboral.
El pescado que arriba al puerto marplatense ingresa, según cuenta Calamante, a las plantas que lo “limpian, filitean, empaquetan y congelan, dependiendo de cada especie y el destino que tengan”. En ese punto de la cadena productiva es donde el ministerio tiene posada su atención principal. “Sucede que es un trabajo a destajo, del día a día, donde hoy por redes sociales convocan a un momento específico y convocan a cientos de trabajadores que se amontonan frente a las plantas", indica el funcionario quien también integra la CTA provincial, y especifica que "se les paga por kilo procesado”.
Uno de los mecanismos que Calamante describe como parte de los utilizados para evadir el pago de las cargas tributarias laborales correspondientes es la utilización de lo que él denomina “cooperativas truchas”. Es por ello que remarca el valor del trabajo entre los distintos organismos del Estado, como la Administración Federal de Ingresos Públicos, la Aduana, y el Ministerio de Trabajo de la Nación, lo cual posibilita detectar irregularidades en las declaraciones alrededor de las toneladas comercializadas y la cantidad de empleados que deberían ser necesarios para llevar las tareas adelante.
“Se crean cooperativas de trabajo supuestamente contratadas por empresas, pero son cooperativas truchas”, precisó, y agregó que “son formas de fraudes laboral que funcionan en locales clandestinos”. Las tareas conjuntas con la AFIP, la Aduana y distintos gremios del sector posibilitan que el ministerio logre accionar al respecto, relató Calamante.
A los fines de incentivar la registración, el titular de la coordinación regional explica que las tareas encabezadas por fileteadores, por ejemplo, implica estar muchas horas de pie, manipulando hielo y a muy bajas temperaturas, lo que va deteriorando seriamente el físico y, particularmente, las manos. “Es importante que los trabajadores busquen estar en regla más allá de si les pagan bien, porque después los despiden o tienen que iniciar los trámites para la jubilación y se encuentran con muchos problemas”, cuenta el dirigente. “Cuando hablan de previsión social y dicen que no cierran los números, eso es porque hoy tenés todos estos empleados precarizados”, indica.
“El trabajo con los gremios es muy bueno, son férreos colaboradores con nosotros y entre ellos”, destacó Calamante. En materia de controles y fiscalización, el funcionario señaló que sería importante avanzar en una declaración del movimiento del pescado por “trazabilidad”. Esto significa, detalló, poder hacer un seguimiento desde el momento en que se desarrolla la pesca hasta su comercialización interna o exportación. “Ahora hay mucha expectativa con la explotación del petróleo off shore, se especulan 20 mil puestos de trabajo, hay que estar preparados”, enfatizo.
El vínculo con el gobierno local
Calamante lamentó en todo momento que la Municipalidad de General Pueyrredón no trabaje en conjunto con el resto de los organismos estatales intervinientes en los operativos de inspección. “Si el municipio colaborará con nosotros y pusiera una mirada de control en las famosas cuevas, donde hoy se corta pescado, nos ayudaría mucho para terminar con todo este flagelo del trabajo no registrado”, sentenció el funcionario.
Días atrás, el propio Calamante tuvo un entrecruzamiento en redes sociales con el concejal de Juntos Fernando Muro quien aseguró por medio de un tuit que las autoridades provinciales solo arriban a la ciudad durante la temporada de verano.
El debate surgió a partir de los resultados que se conocieron del Operativo Verano Bonaerense, en los que Mar del Plata quedó al tope de las infracciones. “Vienen a perseguir a los que laburan y emprenden, desde luego el destino más elegido por la Provincia”, acusó el edil que responde a Guillermo Montenegro. Este medio intentó comunicarse con el autridades del municipio de General Pueyrredón, pero no recibió respuestas.
El funcionario de la cartera de Trabajo explicó que la labor de la Coordinación se desarrolla a lo largo de todo el año y que los resultados del operativo de la temporada turística no son ajenos al resto del trabajo realizado en otros meses. Incluso aclaró que previo al inicio del verano, tanto él como su equipo mantuvieron reuniones con las distintas cámaras empresarias con mayor impacto en la temporada, como ser la gastronómica, comercio, recreación, y hotelería. “Les adelantamos lo que íbamos a hacer, lo que íbamos a exigir, que cosas en materia laboral, registración y seguridad se iban a pedir”, relató Calamante.
La decisión de fortalecer las inspecciones también tiene su correlato con demandas del sector empresario. Según el propio coordinador regional, en las reuniones con las cámaras recibió quejas por la “competencia desleal a raíz de comercios que no están habilitados”. Las habilitaciones corren por cuenta de las autoridades distritales, indicó. “Lo que reclaman que supuestamente estarían perseguidas, es el control del municipio”, contó el funcionario del ministerio de Trabajo.