A diferencia de lo que ocurrió a fines de 2021 y comienzos de 2022, los precios internacionales de los alimentos no empujan a la inflación local, sino que la contienen. De acuerdo a la publicación mensual de la FAO, que depende de Naciones Unidas, el índice de precios de los productos alimenticios se ubicó en marzo pasado un 2,1 por ciento por debajo de febrero, disminuyendo por doceava vez consecutiva, tras alcanzar su nivel máximo hace un año. En los últimos doce meses, la baja acumulada promedio en los precios internacionales de los alimentos es del 20 por ciento.
La dinámica de los precios internacionales en alimentos contrasta con la situación local, en donde la comida sigue traccionando a la inflación general. El informe de precios al consumidor correspondiente a marzo elaborado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires arrojó un incremento mensual del 9,1 por ciento en alimentos y bebidas, por encima del promedio de inflación del 7,1 por ciento.
En los últimos doce meses, la inflación en alimentos en el territorio porteño llega al 111 por ciento, mientras que el nivel general se ubica en el 105 por ciento. El viernes próximo se conocerá la cifra de inflación a nivel nacional que calcula el Indec, de la cual no se espera algo muy diferente de lo que publicó la CABA.
Precios internacionales
La FAO calculó que los precios de los cereales bajaron un 5,6 por ciento en marzo respecto de febrero y que están un 18,6 por ciento menos que hace un año. En el caso del trigo, la merma mensual fue del 7,1 por ciento, a raíz de la prórroga de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro, que permite que Ucrania siga exportando desde sus puertos en el Mar Negro, el incremento de las estimaciones de producción de Australia, la mejora de los cultivos en la Unión Europea y la abundante oferta proveniente de Rusia.
En el maíz, la caída de precios fue del 4,6 por ciento, a partir de la disponibilidad de oferta proveniente de Brasil y de Ucrania. El arroz, en tanto, mostró una baja del 3,2 por ciento mensual por las buenas cosechas de la India, Tailandia y Vietnam.
Los precios de los aceites vegetales bajaron un 3 por ciento en marzo respecto de febrero y un 47,7 por ciento por debajo del valor de marzo de 2022. Ese desempeño se explica por la merma del precio del aceite de soja y de girasol.
Entre los lácteos, la baja mensual fue del 0,8 por ciento y del 10,7 por ciento en la comparación anual. "El descenso de marzo obedeció a la baja de las cotizaciones del queso y la leche en polvo, mientras que subieron los precios de la mantequilla. La disminución de las cotizaciones internacionales del queso se debió a la ralentización de las compras por parte de la mayoría de los principales países importadores de Asia en un contexto de aumento de las disponibilidades exportables. Los precios de la leche en polvo cayeron por noveno mes consecutivo", detalla la FAO.
Los valores internacionales de la carne subieron un 0,8 por ciento mensual, aunque acumulan en doce meses una caída del 5,3 por ciento. A contramano de los otros índices, el azúcar subió 1,5 por ciento respecto de febrero y está en su nivel más elevado desde octubre de 2016. "El aumento de los precios obedeció a la disminución de las disponibilidades de azúcar a nivel mundial en la campaña 2022/23, tras las previsiones de descenso de la producción en China, la India y Tailandia", dice la FAO.
Efectos
Sin mecanismos de contención como podrían ser las retenciones móviles, los vaivenes en los precios globales de los alimentos se trasladan al ámbito local, porque ningún productor está dispuesto a vender más barato al mercado que al exterior.
La inflación mundial en alimentos a lo largo del 2021 que se potenció con el comienzo de la guerra en Ucrania tuvo repercusión en el ámbito nacional. Según el Indec, la categoría "pan y cereales" mostraba en febrero de 2022 un aumento interanual de precios igual a la inflación general, pero al mes siguiente se disparó casi 10 puntos por arriba del promedio global de inflación.
Lo curioso es que, a pesar de que los precios internacionales a partir de allí bajaron, esa categoría sigue estando bien por arriba de la inflación general (111,3 por ciento frente al 103,3 por ciento según datos del Indec a febrero).
Entre los lácteos, la inflación anual está en el 117,7 por ciento, también muy por arriba del nivel general y a pesar de la caída de los precios internacionales. En aceites grasas y mantecas, la inflación interanual es del 110,5 por ciento, también superior a la inflación promedio de la economía.