El juez federal de Garantías N° 1 de Salta, Julio Bavio, dio por formalizada la investigación penal contra seis personas detenidas el jueves último como resultado de procedimientos simultáneos realizados en las provincias de Neuquén, Salta y Jujuy.
La imputación, por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, recayó sobre los hermanos Elvio y Enrique Arroyo, tres mujeres y un otro hombre implicado, que finalmente fue puesto en libertad, aunque con medidas restrictivas, entre ellas la prohibición de salir de Neuquén.
En cuanto a los hemanos Arroyo, el juez hizo lugar al pedido de prisión preventiva en una unidad carcelaria requerido por el fiscal federal Ricardo Toranzos. Y para las tres acusadas, autorizó el arresto domiciliario.
Al presentar el caso, Toranzos señaló que la detención de las personas ahora acusadas, fue producto de una investigación preliminar que derivó de las pesquisas que se siguieron en torno a los integrantes de una organización narcocriminal, con la cual Elvio Arroyo había comenzado a tener contacto. Sin embargo, luego este hombre, instalado en Neuquén, tomó distancia de la organización narcocriminal e inició movimientos para montar su propia organización ilícita, en la cual incluyó a su hermano, residente en la localidad jujeña de Yuto. Según la fiscalía, este último asumió un rol clave, dado que era el encargado de obtener el estupefaciente, ya fuera cocaína o marihuana.
La fiscalía sostuvo que Enrique Arroyo coordinaba con ayuda de dos de las mujeres acusadas el envío de la droga a Neuquén, mediante encomiendas que salían de la ciudad salteña de Orán. El fiscal destacó que de esta manera los hermanos trataban de evitar que se los vincule, en caso de ser descubierta la maniobra.
La investigación reveló en este sentido que los hermanos Arroyo asignaron a las tres mujeres roles que podían implicarlas, como el acondicionamiento de los paquetes, el despacho y la recepción de las encomiendas, en las que remitían la droga en escasa cantidad, pero de manera frecuente.
El jueves último, la fiscalía pudo conocer que un envío aún estaba en tránsito. Tras obtener la autorización judicial, el paquete fue interceptado y se encontró droga, que iba oculta dentro de un termo metálico, en cuyo interior había 171 gramos de cocaína, en dos paquetes. Luego, la encomienda fue repuesta y se montó un operativo de incógnito, denominado procesalmente "entrega vigilada", a la espera de detener a la persona que se presentara a retirarla.
De esta manera, una de las mujeres fue detenida cuando fue al local de encomiendas a buscar el paquete. También fue detenido un hombre que hacía de remisero.
En simultáneo, y a partir de la información provista por la fiscalía, la Policía de Seguridad Aeroportuaria concretó allanamientos en las viviendas del resto de las personas implicadas en Neuquén, Salta y Jujuy, donde se incautó droga -cocaína y marihuana-, balanzas, teléfonos y documentación, y fueron detenidas estas personas.
El fiscal señaló a los hermanos Arroyo como los cabecillas que determinaron los roles del resto de las personas acusadas. Toranzos explicó que, si bien los envíos eran de escasa cantidad de droga, en un solo mes se llegaron a despachar cinco encomiendas, lo que refleja, dijo, la gravedad del hecho imputado y la logística implementada.
El fiscal solicitó la prisión preventiva para cinco de las seis personas imputadas, pero pidió que fuera efectiva para los hermanos Arroyo y, en cambio, para las tres mujeres dijo que debería ser bajo la modalidad de arresto domiciliario, dado que tienen hijos menores a su cargo y que una de ellas está embarazada.
Sobre el hombre detenido al momento de retirar la encomienda en Neuquén, el fiscal solicitó su libertad provisoria, con aplicación de medidas restrictivas.
El juez Bavio concedió los requerimientos de la fiscalía. Indicó que, del relato de los hechos, las pruebas presentadas y los fundamentos expuestos “se advierte que hay por detrás una organización que provee drogas, en cantidades que no son mayores, pero con destino a la comercialización”.
Respecto a las tres mujeres detenidas y a la prisión domiciliaria solicitada, el juez reconoció la perspectiva de género aplicada por el fiscal, quien distinguió el rol que les asignaron, a sabiendas de que serían "las primeras en caer".