Un juez federal otorgó este viernes otra contundente victoria a los opositores al aborto en Estados Unidos, al detener la autorización para comercializar la píldora abortiva mifepristona, aprobada hace más de dos décadas y utilizada cada año por cientos de miles de mujeres estadounidenses.
Diez meses después de la anulación del histórico fallo "Roe vs Wade" de la Corte Suprema, que le dio a cada estado del país norteamericano la libertad de decidir sobre el aborto en su territorio, el juez Matthew Kacsmaryk, conocido por su postura conservadora, emitió una decisión que se supone debe aplicarse en todo el país. Ahora, el Gobierno tendrá una semana para apelar a esta decisión.
"Mi administración peleará esta decisión", anticipó el presidente Joe Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca, en el que alertó que si este fallo se mantiene, cada medicamento regulado será vulnerable a "esta clase de ataques ideológicos y políticos".
Para la vicepresidenta del país norteamericano, Kamala Harris, esta "decisión sin precedentes amenaza los derechos de las mujeres en el país a tomar decisiones sobre su salud y su capacidad a acceder a los medicamentos recetados por sus médicos".
Aborto en Estados Unidos: Washington contrataca la avanzada conservadora
Horas después de emitirse la resolución de Kacsmaryk, un juez federal del estado de Washington, Thomas O. Rice, consideró que la autorización de comercialización de la mifepristona no podrá retirarse en al menos 12 estados demócratas. Por lo tanto, la decisión quedará en manos de la Corte Suprema de Justicia, de clara mayoría conservadora, tras ser reformulada su composición por el expresidente Donald Trump.
El medicamento había sido aprobado hace más de 20 años por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), y según los registros oficiales de ese país, fue utilizada para más de la mitad de las interrupciones voluntarias de embarazo (IVE) en el último año.
Sin embargo, aunque la justicia decida finalmente suspender su uso, se espera que pasen varios meses antes de que se aplique, debido a los engorrosos procedimientos que realiza el organismo antes de retirar la autorización de un producto. En caso de que se confirme, las mujeres podrán recurrir a una segunda pastilla, el misoprostol, cuyo uso se combina hoy con mifepristona para mayor eficacia y menor dolor.
Crisis política y miradas contrapuestas sobre el aborto en Estados Unidos
El fiscal general y secretario de Justicia, Merrick Garland, había manifestado en un comunicado que el Gobierno de Biden "está totalmente en desacuerdo con la decisión" del tribunal, y que el fallo "contraviene la opinión experta de la FDA, dictada en el 2000, de que la mifepristona es segura y eficaz".
En tanto, la organización de planificación familiar Planned Parenthood, lamentó la decisión "profundamente perjudicial" de Kacsmaryk. "Todos deberíamos estar indignados de que un juez pueda rechazar unilateralmente la evidencia médica" para contradecir a la FDA, expresó su dirigente, Alexis McGill Johnson, y enfatizó que esta decisión podría tener consecuencias "mucho más allá del aborto".
El fallo del juez texano responde a una demanda presentada en noviembre pasado por una coalición de médicos y organizaciones antiaborto. Kacsmaryk, nombrado por Trump y ratificado por el Senado en 2019, tomó en cuenta estudios sobre los riesgos atribuidos a esta píldora abortiva, que son considerados insignificantes por la mayoría de la comunidad científica.
"Hay evidencia que indica que la FDA enfrentó una intensa presión política para renunciar a sus precauciones de seguridad con el fin de promover el objetivo político de ampliar el acceso al aborto", fundamentó el juez, quien era abogado de First Liberty Institute, una organización cristiana, antes de ser nombrado por Trump.
En esta línea, el grupo opositor al aborto SBA Prolife America, dijo que la decisión es "una victoria para la salud y la seguridad de las mujeres y las niñas" y expresó su esperanza de que "pronto se corrija el peligroso desprecio por la vida de las mujeres mostrado durante dos décadas" por la FDA.
La píldora abortiva es la opción más utilizada para interrumpir un embarazo
Según el Instituto Guttmacher, la píldora representó más de la mitad de los 930.160 abortos registrados en 2020 por esta organización que investiga políticas públicas y de salud reproductiva en Estados Unidos.
En 2008 la cifra era de 17%, y en 2017 del 39%, una cifra que si bien se creció en los últimos años, no alcanza el nivel de prevalencia que tiene en naciones europeas como Francia, donde en 2020 los abortos con píldora representaron el 70% del total.
Al menos 13 estados de Estados Unidos prohibieron la mayoría de abortos, incluso los que requieren medicamentos, desde que la Corte Suprema revocó en junio ese derecho. Pese a las prohibiciones, varias organizaciones se han movilizado para suministrar píldoras abortivas a mujeres en estados donde el aborto está restringido.