Pese a que en un principio no figuraba entre los favoritos, Jorge Almirón quedó a un paso de convertirse en el nuevo entrenador de Boca, luego de una serie de reuniones que mantuvo con Juan Román Riquelme, el vicepresidente de la institución.
Confirmadas las negativas de Gerardo Martino y José Pekerman, la dirigencia de Boca intensificó las gestiones, que se aceleraron con la llegada de Almirón al país, el viernes último, luego de su salida del Elche de España, donde tuvo un segundo ciclo sin grandes logros.
El director técnico, de 51 años, quedó bien posicionado tras lo sucedido con Martino y Pekerman, sumado a la imposibilidad de sacar a Diego Martínez, de Tigre, otro de los apuntados por Riquelme y el Consejo de Fútbol. Ya acordó la parte contractual y el próximo lunes sería presentado en conferencia de prensa.
Boca se quedó sin entrenador cuando la dirigencia decidió destituir a Hugo Ibarra, luego del partido contra Olimpo de Bahía Blanca, por la Copa Argentina, y más allá de la victoria, lo que determinó su salida fue el bajo nivel del equipo, especialmente desde el comienzo de este año.
El mejor momento de Almirón en su extensa carrera como entrenador lo tuvo en Lanús, con el que ganó tres títulos en 2016 y fue finalista de la Copa Libertadores de América al año siguiente.
Tras ese período exitoso, no pudo repetirlo en los años posteriores, cuando dirigió a Nacional de Medellín, San Lorenzo, Al Shabbab de Arabia Saudita, Elche -en dos ocasiones- y nuevamente Lanús.
Anteriormente, Almirón había desarrollado gran parte de su campaña en el fútbol mexicano, donde dirigió a Dorados, Veracruz, Correcaminos y Tijuana. Y en el fútbol argentino también pasó por Defensa y Justicia, Godoy Cruz de Mendoza e Independiente.