Al inicio de un nuevo juicio en el que está acusado de delitos de lesa humanidad, el represor Luis Abelardo Patti negó su participación en el secuestro y asesinato del periodista entrerriano Ricardo Gabriel Giménez en 1976. “Yo nunca tuve nada que ver con la subversión y la comisaría primera de Escobar tampoco”, se defendió ayer al declarar ante el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín por videoconferencia. El ex subcomisario y ex intendente negó rotundamente haber ordenado el operativo contra Giménez, redactor del diario local El Actual y militante en la Juventud Peronista, que fue encontrado muerto el 30 de enero de ese año. “No hice ese procedimiento”, siguió Patti, quien purga dos perpetuas por crímenes de lesa humanidad en el penal de Ezeiza.
Los jueces Germán Andrés Castelli, Enrique Méndez Signori y Elbio Osores Soler comenzaron a juzgar ayer al represor, que cumple sus condenas en el Hospital Penitenciario Central de la cárcel de Ezeiza. Este debate repasará su responsabilidad en el secuestro, tormentos, asesinato y desaparición del periodista Ricardo Giménez. El juicio oral comenzó con la indagatoria del represor.
Ante los jueces, y desde prisión hospitalaria, adujo ayer que no “recordaba bien la cara” del periodista por cuyo asesinato se lo acusa, pero admitió que lo conoció “con seguridad” porque el diario “estaba a veinte metros de la comisaría”, a la que recurrían asiduamente sus periodistas para “buscar los partes de información”.
“Yo era un oficial muy joven, ayudante de guardia. Me mandaban a controlar los bailes y cumpleaños”, declaró Patti. La causa que derivó en el debate que comenzó ayer investiga las torturas a las que fue sometido Giménez, quien fuera secuestrado el 7 de enero de 1976 y cuyo cadáver fue encontrado 23 días después en el basural del partido bonaerense de Moreno, con puñaladas en el cuello, aplastamiento cráneo facial y escoriaciones en brazos y piernas. La Policía Bonaerense lo enterró en el cementerio local como NN y años después, según determinó el Equipo Argentino de Antropología Forense, sus restos fueron trasladados al osario común.
El expediente indica que aquel enero de 1976 no fue la primera vez que Patti se cruzó con Giménez. “Desde 1973, Patti amenazó y amedrentó a Giménez por su militancia, por las clases que dictaba y por su contacto con el pueblo de Escobar”, señaló el requerimiento de elevación a juicio, cuya lectura formó parte de la primera jornada de debate. Según el expediente, a la cabeza de un grupo represor Patti irrumpió en diciembre de 1975 en el domicilio de los tíos de Giménez mediante un allanamiento ilegal, con armas y amenazas, destruyó el interior de la finca y golpeó a sus moradores en busca del periodista, sin encontrarlo en ese momento. Días después hizo lo mismo en la casa de los abuelos, donde Giménez fue capturado y llevado por la fuerza por los secuestradores, que lo ocultaron “durante 21 o 22 días en un lugar desconocido”, donde lo torturaron.
Además de reportar para El Actual, Giménez y daba clases en la sede del sindicato rural. El director del periódico local, Tilo Wenner, también fue secuestrado y asesinado el 26 de marzo de 1976. Era compañero de militancia, en la Juventud Peronista, de Gastón Gonçalves, por cuya desaparición y asesinato Patti ya se encuentra condenado a perpetua desde abril de 2011. Además de la perpetua por los secuestros y homicidios de Gonçalves y Diego Muñiz Barreto, cometidos en 1977, Patti acumula otra pena similar por la ejecución de los militantes Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, en 1983.