El 3 de diciembre de 2022 Juan Carlos Rojas, ministro de Desarrollo Social de Catamarca y secretario de UTHGRA, fue asesinado.

La aparición este fin de semana de una cámara de seguridad desconectada en la casa y el secuestro de los anteojos de Rojas, por el nuevo equipo de investigación a cargo del fiscal Hugo Costilla, atizó más el malestar imperante sobre las impericias en la investigación después de 4 meses del crimen.

Las causas de la muerte se supieron recién con la segunda autopsia realizada a cuerpo. Murió por un politraumatismo craneal. La primera autopsia, sin embargo, había determinado muerte por un golpe, aunque sin definiciones.

El lunes inmediato al hallazgo de su cuerpo, el sindicalista Luis Barrionuevo lanzó en una radio local sus dudas sobre la muerte de "Rojitas", un amigo a quien considera "entrañable". El gremialista dio algunos detalles desconocidos hasta el momento, y señaló que para él de ninguna manera aquello había sido una muerte natural. Las declaraciones fueron un simbronazo: el primer fiscal de la causa, Laureano Palacios, había asegurado un día antes que no había motivos para pensar que no fuera una muerte natural, aún cuando la primera autopsia ya había advertido sobre el golpe.

La presión ejercida por Barrionuevo con sus declaraciones, motivó la segunda y determinante autopsia que dio a la investigación un giro inesperado.

La causa comenzó a investigarse por homicidio, la familia pidió cambiar al fiscal, y la Justicia imputó a la persona que trabajaba como empleada doméstica con Rojas y también en la seccional de Catamarca de UTHGRA por homicidio doblemente agravado por mediar relación de pareja y alevosía. Silvina Nieva estuvo detenida y se reveló que habría tenido una relación íntima con Rojas.

La investigación caminó a paso lento durante los meses siguientes. A tres meses del hecho, la familia presentó una denuncia por encubrimiento contra autores desconocidos.

El lunes pasado, a cuatro meses y sin ningún indicio firme que permita llegar al esclarecimiento, sus hijos mostraron las fotos del cadáver de su padre tal y como lo encontraron en su domicilio de la zona norte de la capital catamarqueña. "Aquí hubo encubrimiento", señalaron.

La repercusión de las evidentes imágenes aceleraron el proceso por el pedido de Jury de Enjuiciamiento al fiscal Palacios. Trascendió además que el gobierno habilitaría una recompensa para quienes aporten datos certeros sobre el crimen, cuestión que nunca se anunció oficialmente.

Cruce entre la familia y Luis Barrionuevo

El martes pasado la familia convocó a una marcha en pedido de justicia, de la que participaron políticos del oficialismo y de la oposición. Después de la marcha, Fernando Rojas, hijo de "Rojitas" le dijo a Catamarca/12 que a la familia le resultaba sorprendente la desaparición de Luis Barrionuevo, que después de haber disparado las dudas que motivaron la segunda autopsia de su padre ya "no respondía el teléfono".

Al día siguiente apareció Barrionuevo y apuntó al hijo de Rojas: "Llama la atención que una persona con capacidad haya limpiado la escena del crimen", dijo. Fernando Rojas, por su parte, redobló las declaraciones y le pidió a Barrionuevo que se presente a declarar si tiene elementos para esclarecer el crimen. Además ayer dijo en un programa de la TV nacional que la familia no mantiene contacto con Barrionuevo desde que este “llamó para pedirnos que no marchemos”.

La Justicia espera ahora resultados de ADN que están siendo analizados en Salta, y de las cámaras de seguridad de la cuadra del domicilio del ministro asesinado.