“Es una discusión que está en marcha”, aseguró ayer el presidente Mauricio Macri al confirmar la intención oficial de avanzar con una reforma previsional. Las modificaciones en las que trabaja el Gobierno pretenden habilitar que los individuos sigan trabajando y aportando de manera voluntaria más allá de alcanzar los 60 años las mujeres y 65 los hombres, sin que sus empleadores puedan forzarlos al retiro. “Nada raro va a salir de un día para otro”, prometió el mandatario al recordar que los cambios previstos son “dialogando sobre la mesa”. La reforma está prevista en la ley de “reparación histórica” votada el año pasado. Las declaraciones de Macri llegaron un día después de que el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, dijera que “la edad jubilatoria no es inamovible, lo ideal sería tener un sistema donde sea voluntaria”. Los cambios están en línea con las sugerencias realizadas por el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esos organismos proponen sustituir la fórmula de actualización automática de los haberes por la variación del índice de precios al consumidor.
La ley de “reparación histórica” aprobada el año pasado creó la pensión universal por vejez. La prestación de carácter universal comienza a ser percibida por varones y mujeres a partir de los 65 años aun cuando no hayan realizado aportes a la seguridad social. La pensión equivale al 80 por ciento de la jubilación mínima. El esquema representa un retroceso para las condiciones de jubilación de las mujeres que, hasta ahora, cuando accedían a la moratoria podían retirarse a los 60 años. Pero afecta además a todos los jubilados, porque con la moratoria lograban la jubilación mínima plena y ahora solo cobran una porción de ese haber. En este momento la mínima alcanza los 6395 pesos y la pensión universal por vejez llega a 5115 pesos.
Como anticipó PáginaI12 a fines de mayo, la reforma que está siendo diseñada por funcionarios del Ministerio de Trabajo y la Anses cuenta con un segundo pilar que es el actual régimen de reparto, con posibilidad de seguir trabajando voluntariamente pasada la edad mínima de retiro para alcanzar los aportes necesarios y superar la mínima. El último pilar será un régimen complementario al que los trabajadores podrán aportar voluntariamente para mejorar la jubilación futura. En principio, este elemento sería administrado por las actuales cajas jubilatorias complementarias (profesionales o por actividad) y sería mediante el sistema de reparto.
“¿Si un tipo vive 200 años hasta qué edad va a trabajar?”, consideró ayer el legislador neuquino del PRO, Leandro López, al justificar la pretensión oficial para elevar la edad jubilatoria. Durante una entrevista con Radio Nacional de Zapala, el diputado nacional indicó que “hay expectativas que los chicos que nazcan en este siglo vivan 200 años” como consecuencia del “avance de la ciencia, la medicina y la tecnología”. El parlamentario oficialista advirtió que “un montón de cosas que avanzan a pasos acelerados te van generando nuevos desafíos y si vos te quedas estancado en el tiempo con leyes del año 1960 y 1970, como tenemos ahora, obviamente que quedás afuera de todas las cosas nuevas”.
Si bien Macri confirmó la intención de debatir en la reforma jubilatoria la modificación de la edad de retiro, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró anteayer que la propuesta de reforma previsional no será enviada al Congreso este año: “No hay un proyecto, no hay un plan en el corto plazo. Lo que hay es una ley que dispuso la formación de una comisión de notables para que en 2019 surja una política de Estado”.