La actriz española Ana Obregón le dedicó una carta a su nieta, también de nombre Ana, nacida a mediados de marzo por gestación subrogada en Estados Unidos y gestada con el óvulo de una donante y con el esperma de Aless, el hijo de la artista, fallecido en el 2020, lo que había sido la última voluntad del joven de 27 años antes de morir, según dijo. “Cuando las miradas de amor infinito no necesitan palabras”, escribió.
“Quién me iba decir a mí que, 30 años después, estaría dando el biberón a tu hija, mi Aless. Ojalá siguieras aquí con nosotras. Ojalá el cáncer no te hubiera robado el derecho a vivir, ojalá perdones desde el cielo a los que ahora niegan el derecho a vivir de tu hija”, escribió la actriz española de 68 años en Instagram, con una dándole la mamadera a su nieta y otra de joven haciendo lo mismo pero con su hijo Aless.
“Y a ti, mi Anita, te cuidaré y te protegeré. Nunca te faltará mi amor inconmensurable ni nada económico, porque para eso tu abuela trabajó 40 años, esperando que tu papá lo heredara algún día", continuó en el posteo.
"Solo espero que cuando seas mayor, rodeada del amor de todos tus primos, de tus 11 tíos, de tu abuela y de tu papá en el cielo, seas una mujer fuerte, feliz, generosa, solidaria y sana, y que perdones como yo lo he hecho a los que te negaron tu derecho a vivir”, cerró en referencia a la polémica que se generó en torno al nacimiento, sobre todo en España, país del que es oriunda, donde la subrogación de vientres es ilegal.
La polémica tras el nacimiento de la bebé: "No es mi hija, es mi nieta"
La nieta de Obregón nació por gestación subrogada el 20 de marzo pasado en Miami. Unos días después la revista Hola! publicó fotos que la mostraban saliendo del hospital en silla de ruedas con la bebé en brazos, anunciando que había sido madre. La propia Obregón compartió en sus redes sociales la tapa de la revista con ese titular.
Las imágenes generaron una fuerte polémica sobre todo en España, donde el procedimiento es ilegal y abrieron el debate en otros países donde no hay regulación al respecto. Las críticas se centraron principalmente en la práctica en sí, pero también en la edad de la mujer y en que había dado a entender que la niña "le ayudaría a superar el duelo" tras la muerte de su hijo.
Luego, Obregón aclaró que no era su hija. "Es mi nieta. Esta fue la última voluntad de mi hijo, así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer”, dijo. Y recordó que “un día que Aless estaba muy mal nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida aunque ya no estuviera”.
“Esto se llama testamento ológrafo y se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente en ese momento. El documento existe y es legal”, añadió.
Seguí leyendo