Si bien se mejoró en el trato al público durante el acceso al estadio, el clásico del pasado domingo en el Coloso del Parque tuvo los problemas de siempre: la policía reprimiendo cuando no hay conflictos, pirotecnia y cruce de burlas y agresiones entre jugadores de Central y simpatizantes leprosos que destrozaron a piedrazos el micro que trasladó al plantel canaya. Nadie asumió responsabilidades y el club del parque Independencia se encamina a una clausura parcial de su estadio para el partido con River del próximo por la tarde.
Esta vez, el público ingresó al estadio sin incidentes y a buen ritmo. La policía no le pegó al socio ni lo maltrató. Pero una vez que el estadio tuvo sus ubicaciones colmadas, la policía, en reacción inexplicable, empezó a agredir al público que se encontraba en los accesos a la popular, en actitud pasiva, incluso siendo más los uniformados que los hinchas. Hubo tiros al aire para dispersar a personas que estaban en los alrededores sin manifestar ninguna pretensión por intentar ingresar a la cancha. Y esta actitud de la policía, presente en todos los partidos, enardeció al hincha que estaba dentro del estadio y observó la deliberada agresión de los uniformados desde las tribunas.
La policía, extrañamente, no pudo evitar el ingreso de pirotécnica al estadio. Fue así como se agredió al arquero de Central Jorge Broun, víctima de la pirotecnica en momentos que caminaba junto a sus compañeros sobre el perímetro de la cancha para salir al campo de juego por el arco de ingreso montado en mitad de cancha para ambos equipos. El micro que trasladó al plantel de Central, por su parte, fue atacado a piedrazos, en reacción de los hinchas leprosos que se sospecha se produjo en momentos que dos jugadores canayas revoleaban la camiseta auriazul desde las ventanillas. Uno de los identificados fue Alejo Veliz.
“La pirotecnia estaba muy bien escondida o en algún momento alguien pudo permitir su ingreso. No se puede controlar todo", se excusó el subsecretario de Seguridad Preventiva de la Provincia, Gustavo Pucheta, en declaraciones LT8. “Los plateístas que estaban esperando para ingresar a la cancha al ver el colectivo de Central, con jugadores que se asomaron y revoleaban camisetas, empezaron a tirar piedras. Ese fue un momento difícil", reconoció el funcionario.
Los incidentes exponen al club a una clausura parcial de su estadio, decisión que se podría tomar incliso por parte de las autoridades provinciales en la semana para que se aplique en el partido que Newell's jugará el domingo con River en el Coloso a las 16.30.