Las líneas de subte D, E y el Premetro dejarán de funcionar durante dos horas este miércoles 12 de abril por un nuevo paro de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP). Es la quinta medida de fuerza que toma el sindicato en dos semanas en reclamo de mejores condiciones laborales y la remoción del asbesto de las unidades.
Entre las 14 y 16 de este miércoles, las tres líneas no prestarán sus servicios. Además, la “medida de autodefensa” consiste también en una apertura de molinetes de una hora y otra de media hora en varias estaciones.
Así, desde las 13 hasta las 14 —la hora previa al paro— y entre las 16 y 16.30 —la media hora siguiente—, en Congreso de Tucumán y Catedral (terminales de la Línea D) y Plaza de los Virreyes, Eva Perón e Independencia (Línea E), los pasajeros podrán pasar sin la necesidad de pagar su boleto.
AGTSyP viene de una serie de medidas de fuerza por los mismos reclamos en las distintas líneas del subte de la Ciudad de Buenos Aires, los pasados días miércoles 29 y viernes 31 de marzo y lunes 3 y 10 de abril.
¿Por qué hay paro de subtes?
Los metrodelegados reclaman por la "reducción de la jornada laboral para tener dos francos", por "cuestiones de salud" y "para reducir la exposición al asbesto". A las condiciones dañinas para la salud propias del ámbito de trabajo "se le suma la presencia del cancerígeno asbesto en toda la red", señalaron desde la organización sindical.
Tras la última medida de fuerza del lunes, la empresa concesionaria Emova lamentó que “pese a los intentos por sostener el diálogo y la negociación por los canales adecuados, se perjudique directamente a los usuarios”.
La firma expresó que “no existe riesgo alguno para la salud de los trabajadores”. El sindicato, por su parte, respondió que “los datos oficiales desmienten a la empresa”, y recordó el fallecimiento de dos trabajadores por cáncer ante la exposición al asbesto, reconocidos por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.
Emova sostiene que la empresa “desarrolla activamente desde 2018 un plan integral de desasbestización”, algo que también refutaron desde el gremio, donde afirmaron que la contraparte “no elaboró si quiera el inventario de piezas contaminadas, ni indicó las instalaciones que contienen asbesto”.
Por último, la empresa expresó que “la reducción de la jornada semanal de 36 a 30 horas es inviable”. Según expresaron, “no existe antecedente alguno” y la medida podría “afectar las actividades de operación y mantenimiento de la red”. Sobre esto, desde AGTSyP respondieron que “Emova está eligiendo maximizar sus ganancias a costa del servicio y de nuestra salud”.
¿Qué es el asbesto?
El amianto o asbesto es la combinación de un grupo de minerales que no tiene olor. Sus fibras se esparcen por el aire y provocan cáncer a quienes están en contacto con este material, cuyo uso está prohibido por el Ministerio de Salud de la Nación desde 2003.
Pasajeros y trabajadores del subte se vieron directamente afectados por este material desde 2011, cuándo Mauricio Macri, por aquel entonces jefe de Gobierno porteño, compró 24 unidades usadas al metro de España, que contienen asbesto.
A precio de ese momento, cada unidad costó unos 550 mil dólares. Aunque esos vagones ya no circulan, delegados gremiales estiman que el 37% de la flota de los subtes de Buenos Aires todavía contiene asbesto y se siguen usando en las líneas C y B.