“La música es como cocinar: consiste en mezclar diferentes condimentos que nos gustan. Y la cumbia es lo que más le ponemos al tuco que armamos”, grafica Matías Jalil, director musical de la Orkesta Popular San Bomba, un combo explosivo de música popular latinoamericana que viene cumbiando la escena hace trece años. A fines del año pasado publicaron su quinto disco, Rompiendo el ruido (2022), un trabajo en el que refuerzan la identidad del grupo: una mezcla de cumbia tradicional con sonidos más actuales, como el reggaetón y el rap. “Estamos en pleno movimiento, siempre nos nutrimos de todo y vamos cambiando. Nos interesa agarrar diferentes elementos de la música popular con una gran matriz cumbiera”, precisa Jalil, principal compositor de la orquesta que se presentará este sábado a las 21 en Centro Cultural Caras y Caretas (Venezuela 330).

El show que presentarán en la sala de San Telmo propone un recorrido por los cinco discos editados –desde el notable Sal de tu cuerpo (2012) hasta la actualidad- y la particularidad es que se trata de un concierto ATP, para toda la familia. “Estamos armando un show especial, un poco diferente a lo que venimos haciendo en las fiestas. Vamos a tocar temas que hace mucho no tocamos, con un bloque de los primeros discos y otro segmento con gaitas colombianas”, adelanta Jalil. Además de aportarle a la cumbia un color sonoro original –desde arreglos rockeros hasta la incorporación de un cavaquiño y un vibráfono, “instrumentos que no suelen estar habitualmente en grupos de cumbia”-, la San Bomba se caracteriza por darle un lugar central a la composición propia más allá de las versiones.

“Siempre me gustó escuchar cosas nuevas y poder componer cumbias desde otro lugar. Me seduce mucho esa situación”, resalta el también guitarrista y adelanta que en la segunda mitad del año lanzarán nuevas canciones con colaboraciones “sabrosas”. “En las versiones somos cuidadosos y tratamos de darle una identidad propia para no hacer algo que ya está hecho diez mil veces. Nuestro aporte está ahí”, explica el músico. En estos años de camino, se han animado a versionar en clave cumbiera a artistas disímiles y alejados del género, desde Los Redondos ("Salando las heridas") hasta Rage Against The Machine ("Killing in the Name"). “Primero, que no sea un tema súper conocido”, dice Jalil cuando se le pregunta qué tiene que tener una canción para que elijan versionarla. “Y que en el cambio de ritmo o en la propuesta inmediata te dé la sensación de que es algo nuevo”, completa. "En ’Por lo que yo te quiero’ –popularizada por la Mona Jiménez y Rodrigo- lo que hicimos fue bajarle el tempo y tocarla en versión cumbia villera”, cuenta.

Hace quince o veinte años atrás en ciertos circuitos musicales la cumbia todavía era resistida y generaba incomodidad, pero en la actualidad está totalmente incorporada como un género popular más. “Eso pasa sobre todo en Buenos Aires y en los circuitos de clase media”, confirma Jalil en relación a la aceptación del género. “Porque la cumbia siempre fue parte de nuestro folklore, corre mucha cumbia en la sangre argentina. De hecho, somos uno de los países que más estilos diferentes de cumbia tiene. Acá nos llegó la cumbia del Cuarteto Imperial y Los Wawancó, y a partir de eso, por ejemplo, en Santa Fe se desarrolló una movida muy fuerte y se expandió por todo el país. Hace quince años era otra cosa, pero hoy ya no es raro que un grupo haga cumbia y se abrieron muchos más espacios para el género. Hay más conciencia de que la cumbia es parte de nuestro folklore”.

-La cumbia está muy presente en el grupo, pero abren el abanico a los ritmos latinoamericanos. ¿Se consideran más una orquesta de música popular?

-Los títulos nunca terminan de representar lo que es la música en general. Es mucho más amplio y profundo. En nuestro Instagram nos definimos como una "Orkesta de Cumbia con canciones propias de amor y de lucha". En los comienzos éramos más una orquesta de música popular, porque hacíamos sanjuanito, milonga, chacarera, huayno, joropo, salsa, cada canción era un ritmo diferente de Latinoamérica. Pero después pusimos a jugar todos esos elementos y la cumbia es el ritmo que más hacemos en nuestras canciones. Es el ritmo con el cual nos manejamos y al cual le agregamos algunas otras cositas. En la instrumentación aparecen colores que generalmente no se ven siempre y temas propios que abren el abanico.

-¿Que la gente baile es el objetivo principal de la orquesta?

-Sí, porque siempre fue una propuesta con ritmos muy festivos. La cumbia es un ritmo medio mágico que te genera un movimiento inmediato en el cuerpo. Ver a la gente bailando es la demostración directa de que llega lo que hacés en el escenario. A los que tocamos este estilo de música nos encanta cuando la gente baila, porque te devuelve en espejo lo que está pasando.