La noticia tuvo amplia difusión y en España se divulgó como “asesino del destornillador”. Las particularidades de la escena del crimen llenan de elementos religiosos, un video viral y una víctima encontrada con 3 destornilladores clavados en distintas partes de su cuerpo, hicieron de este crimen foco de muchas especulaciones.
El hecho ocurrió el 2 de abril, los medios españoles hablan de “ritos satánicos” y desde La Rioja 12 pudimos saber que el asesino es hijo de una víctima de un femicidio en Anillaco, cuyo asesinato también estuvo rodeado de rumores esotéricos.
El crimen en España
El asesino subió a redes sociales un video en el que muestra el departamento antes del crimen. Muestra un pasillo y entra a una habitación desordenada en donde solo está él, se enfoca a sí mismo y dice a la cámara “Lo siento mucho” y de ahí se ve una imagen de Jesús y luego sonríe a la cámara.
Los vecinos que llamaron a la policía dicen haber escuchado gritos durante unos 20 minutos. La escena del crimen que la policía encontró ya no era la del video, ya que el mismo lugar estaba cubierto de sangre. Gustavo le abrió la puerta a la policía, desnudo y cubierto de sangre, les contó que había consumido anfetaminas y sostuvo que Pedro “estaba maldito”, que tenía “el demonio dentro” y que sabía que desde hacía mucho estaba tratando de envenenarlo con la comida.
Según el asesino, ellos estaban teniendo relaciones y que él no quiso seguir y que la víctima había intentado clavarle las jeringuillas con anabolizantes que él consumía. En el suelo del domicilio, además de la imagen que se ve en el video, encontraron biblias y objetos relacionados con la magia negra y el ocultismo por lo que una de las hipótesis está relacionada con un asesinato ritual.
El detenido es un argentino oriundo de Anillaco que llegó a España por la invitación de su víctima. Pedro y Gustavo eran pareja desde hacía varios años, y Gustavo ya había estado detenido por maltratar a Pedro.
El crimen de Anillaco
A Gustavo en Anillaco lo apodaban “el muerto” y era apenas un niño cuando su madre fue asesinada en su pueblo natal a principios de los 90. Según rumores del pueblo, su madre, Doña Rosa, era una bruja. René, su pareja y femicida, le relató a la policía que ella “estaba maldita”.
Según lo que en aquel entonces relató el femicida, él le había disparado a un pájaro y al caer se dio cuenta que ese pájaro se transformó en su mujer. René hoy está libre, pero cumplió condena por el asesinato y aún así actualmente hay quienes dudan sobre las circunstancias del hecho.