Una aclaración. No habrá en estas líneas ningún spoiler sobre lo que sucedió en el tercer episodio de la cuarta temporada de Succession (HBO Max). Ni mención a lo que significó “Connor's Wedding”, el episodio bisagra de la ficción sobre el clan más despiadado que entregó la ficción en el siglo XXI. Ni un “fuck off” de Roy Logan. Apenas algunas palabras que el encargado de darle vida a ese personaje vertiera antes de que estos capítulos fueran emitidos. 

Eso sí, a la luz de los acontecimientos, sus respuestas le dan otro vuelo a la figura del patriarca que debe decidir lo que sugiere el título y a los siete capítulos por emitirse. “Creo que el punto es este, Logan ha estado buscando al sucesor. Y él ha estado mirando a sus hijos, realmente quería que su propia familia se hiciera cargo”, explicó el actor británico en conferencia de prensa a la que accedió Página/12.

-Al final de la tercera temporada Roy Logan estaba listo para vender Waystar Royco al CEO de GoJo, Lukas Matsson (Alexander Skarsgård), ¿realmente piensa en ceder el control?

-Sus hijos son su talón de Aquiles. Él ama a sus hijos. Si no amara a sus hijos, sería un hombre mucho más libre. Pero ama a sus hijos. Y están constantemente, avariciosamente, incansablemente decepcionando, debido a su propio sentido de la avaricia

-¿Cómo juega la propia personalidad de Logan en eso?

Por supuesto, tiene este temperamento. Y tiene este sentido del absolutismo. Y, además, es un misántropo. Se ha vuelto misántropo porque, creo, es un niño maltratado. Entonces, en cierto modo, no puede funcionar de la manera correcta.

-¿Por qué es más atractivo darle el control a Matsson que dejar que uno de sus hijos asuma la sucesión?

-Con estos niños, su sentido de derecho está más allá de los límites. Y creo que Matsson le recuerda a Logan quién era Logan cuando era joven. Y siente que el negocio estaría seguro en sus manos. Todo el tiempo pensó que esos habrían sido sus hijos. Eso es lo que ha querido. Pero ninguno de los niños ha sido capaz de dar un paso al frente. Según su visión, todos han resultado enormemente decepcionantes.

-Finalmente ha decidido aliarse con Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen), a quien, en el clímax de la última temporada, vimos volverse contra Shiv (Sarah Snook), su propia esposa...

-Sí. Bueno, nuevamente, Logan fue testigo del abuso de Tom por parte de Shiv. Y ha sido testigo del resultado de ese abuso. Tom era un chico de campo, un muchacho sencillo de Minnesota, que vino a Nueva York y la compañía, era un poco soso. Pero también hubo elementos, algunos momentos, cuando Tom subió al plato para cuidar a Logan. Nadie se ha ocupado nunca de Logan. Pero lo hizo. Tom mostró ese cuidado y atención.

-No muchos espectadores hubieran identificado a Tom como un posible futuro jefe de la empresa...

-En cierto sentido, Logan ha visto a Tom como un posible horizonte, pero también ha querido darle la credibilidad que se merece. Ha sido un largo viaje para eso. Pero finalmente se cayó la moneda de su lado. Y cuando los niños se comportan como lo hacen, necesita un aliado dentro de la familia. Se da cuenta de la única persona que está pasando por una agonía, aunque no se manifiesta de esa manera, porque Tom puede ser tan frontal al respecto, especialmente en esta complicada relación que tiene con el personaje de Nicholas Braun, Greg.

-¿Qué cambios ha provocado Succession en su vida?

-Enormes cambios. Porque Logan Roy es un personaje formidable. Cuanto mayor me hago como actor, está más en lo que no se dice que en lo que se dice. Así que creo que Logan sigue siendo un personaje misterioso en muchos sentidos, a pesar de que es grosero y sanguinario y todas esas cosas. Pero todavía hay algo misterioso en Logan, todavía hay algún secreto que no se ha descubierto.