Un sicario de la banda liderada por el narco peruano Julio Rodríguez Granthon fue imputado ayer y quedó detenido en prisión preventiva, según la resolución del juez Nicolás Foppiani. Se trata de Marcos Nicolás Delafuente, de 27 años, también mencionado en distintas conversaciones telefónicas como “Nico bronca”. Según la investigación de los fiscales Franco Carbone y Valeria Haurigot, fue uno de los presuntos integrantes del “brazo armado”, y en ese rol, uno de los encargados de concretar ataques armados por encargo junto con Nazareno Uriel “Anteojitos” Gauna, preso por los mismos delitos.
La causa por asociación ilícita cobró impulso en diciembre último, cuando los fiscales acusaron a 19 personas. En las audiencias, que se extendieron por varios días, se dieron a conocer escuchas telefónicas y videos que muestran cómo operaba la violenta banda en varios barrios de Rosario, Funes, Fighiera, Roldán y Arroyo Seco.
Desde entonces, la Justicia había advertido que otras cinco personas, sospechadas de ser miembros de la banda, estaban prófugas con pedido de captura. Entre ellos se encontraba "Nico Bronca", que fue detenido el sábado pasado en la calle.
En la investigación también quedó expuesto el circuito económico de la estructura que lidera Rodríguez Granthon desde el penal federal de Ezeiza, ya que entre los imputados está Yanina Marta Messina, “socia y principal referente de la empresa Messina Hermanos SRL”, que se dedica al transporte de cargas.
En la acusación, los funcionarios judiciales afirmaron que el jefe narco aportó vehículos y dinero a “Messina Hermanos SRL” para “obtener un rédito económico” y añadieron que la imputada recibió ese capital a sabiendas de que podía provenir de plata considerada “malhabida”.
“Rinde cuentas de todo lo producido tanto a Julio Rodríguez Granthon como a su padre Francisco Antonio Rodríguez Villarreal, quienes son los verdaderos dueños del patrimonio empresarial”, aseguraron.
De acuerdo a lo investigado por Carbone y Haurigot, la mujer además “aportó sus datos personales para que los miembros de la familia de Rodríguez Granthon contraten distintos servicios, como el de internet. Además, dispone de los vehículos, propiedad de la estructura criminal y algunos de ellos son guardados en su domicilio. También oficia de chofer, ya que traslada a los familiares desde y hacia distintos lugares con el pleno conocimiento de la actividad delictiva desplegada de la banda”.
Respecto de la asociación ilícita, desde la Fiscalía indicaron que "a partir de sus actividades vinculadas al narcotráfico y al narcomenudeo, esta organización criminal realizó un despliegue de actos de violencia en la ciudad de Rosario, particularmente en algunos barrios de la zona oeste y norte de Rosario, alguno de los cuales aún no han sido identificados".
Agregaron que estas acciones tuvieron la finalidad "no sólo de apropiarse del territorio para el desarrollo de sus actividades ilícitas y excluir de allí a la competencia, sino de doblegar la voluntad de las personas que mantenían deudas con la asociación criminal para obligarlas al pago, con la intención de sembrar temor en todos los miembros de la sociedad", agregaron.
Para los investigadores, la organización funcionó "desde momentos indeterminados" hasta el día 12 de diciembre, cuando fueron detenidos algunos de sus miembros. Como jefe del grupo fue imputado el Peruano Rodríguez Granthon, sindicado como uno de los mayores proveedores de drogas para diferentes organizaciones criminales de Rosario y la región. Está preso desde el 14 de junio de 2019 y acumula dos condenas por tráfico de drogas por un total de 12 años, además de estar acusado como partícipe del plan criminal que terminó con la vida del pastor y ex concejal Eduardo Trasante, por el cual afronta una acusación con pedido de prisión perpetua.