Desde lo operativo, la renuncia de Fabián Doman a la presidencia de Independiente no cambia nada: se trata de un golpe de efecto que demuestra que la realidad del club de Avellaneda es peor de lo que parece.
Botín político desde hace años, la institución fue ganada por el intendente de Lanús Néstor Grindetti y el diputado Cristian Ritondo. El periodista Doman no era más que la cara visible del grupo. Ahora se lo sacaron de encima. Doman ganó con casi el 72 por ciento de los votos. Fue el 2 de octubre. Seis meses después renunció a través de Twitter. Algunos de los integrantes de su breve gestión, como el mismo Ritondo, entre otros, también participaron de la dirigencia de Hugo Moyano, otro responsable de lo que ocurre. Sólo que aquellos abandonaron el barco moyanista antes de tiempo volvieron a subirse, aunque con otra ropa.
¿Cuándo se fue todo al carajo? Es difícil de entender cómo es que cayó tan bajo el tercer club de fútbol más importante del país. En lo futbolístico, no gana títulos locales desde hace 21 años; el último, en 2002. Desde los 90 su situación económica viene en declive. Hoy debe más de 23 millones de dólares a 27 clubes, representantes y jugadores. En 2013 se fue al descenso y al año regresó a Primera pero nunca levantó cabeza.
Marketing puro, Doman y companía lanzaron una campaña de socios de masiva respuesta. 16 mil nuevos asociados y cancha llena cada domingo. Pero el equipo, que hizo incorporaciones flojas, termina apelando a los pibes de la Reserva, insultados por hinchas impacientes y preocupados. El Rojo está en los últimos lugares de la tabla. Ahora, además, acecha el fantasma del descenso.
En 2017 ganó la Sudamericana con un equipazo que no pudo mantener. Las barras tomaron el poder durante las últimas dos décadas e incluso desbarrancaron a Javier Cantero, cuya gestión tampoco fue buena. Pero las anteriores, sobre todo las de Andrés Ducatenzeiler y Julio Comparada, fueron aún peores. Los socios pedían por Moyano con tal de salir del pozo; muchos de esos mismos socios pidieron ahora por Doman y el “grupo champagne”. Que son, entre otros, Carlos Montaña, Jorge Damiani, Favio Fernández y Daniel Seoane, además del mencionado Ritondo, quien apunta a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. El domingo, tras la derrota en Avellaneda por 2 a 1 ante Estudiantes, fue uno de los más insultados. Ex peronista de Mataderos, Ritondo es hincha de Chicago.
Cuando Doman ganó las elecciones, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal aprovecharon para celebrar el triunfo de sus amigos y lo vincularon a la política nacional. Era todo alegría. Independiente en manos del PRO. La salida, de una buena vez, tal vez esté en los socios que quieren al club. Asumiendo todos los riesgos. Pero también con la posibilidad de devolver la gloria a Independiente.