Una tarde de julio en su sala del barrio de Coghlan, Viva Elástico repasa en círculo las canciones de No es privado, su tercer disco. Mientras a algunos kilómetros el ingeniero Alvaro Villagra termina el proceso de masterización de los once nuevos tracks, acá vibra un ambiente de ansiedad y alegría contenida. “A veces pasa que terminás de grabar, lo escuchás dos veces y no lo escuchás más”, dice Ale Schuster en un alto del ensayo. Después fija su mirada infantil y despliega una sonrisa de satisfacción paternal: “Pero a éste estoy seguro que lo voy a escuchar más que a todos”.
No es privado, que estará mañana en todas las plataformas digitales, resulta una síntesis entre los primeros discos de Viva Elástico, combinando el sonido oscuro y guitarrero del debut epónimo, de 2009, con el formato de canción romántica de corte popular de Agua, sal y fiebre, de 2012. Ese equilibrio llega después de un largo proceso de pruebas y errores y resulta en la mejor versión de la banda nacida en Longchamps. “Pasaron años, tropiezos a nivel compositivo, personales, discusiones, anarquía en el grupo, constancia, amistad, desamistad”, enumera Schuster. “Todo lo que nos pasó lo reflejamos en este disco, por eso sentimos que es una obra muy potente.”
Después de la salida de Agua, sal y fiebre, el álbum que los terminaría de perfilar como una de las bandas de pop-rock más atractivas del under argentino y les permitiría el ingreso al sello Geiser, Viva Elástico se encontró en la disyuntiva de un grupo joven que comienza a funcionar dentro de una compañía y debe empezar a tironearse con la corriente estandarizadora de la industria: el simple Oh viernes, que salió en formato virtual en 2015, muestra al grupo en medio de esa crisis. Desde su faceta más radial, la canción que titulaba el trabajo linkeaba hacia Friday I’m in Love de The Cure –una de las bandas que más se nombra en una charla musical con Schuster–, mientras desde la música sugería un pop ligero y gratinado que los acercaba a bandas ATP como Estelares.
Era una decisión significativa: la apuesta por un impacto mayor que los catapultara bien fuera del underground. “Pero aunque la canción gustó bastante, en la interna de la banda no nos sentimos tan a gusto”, dice el baterista Juan García del Val. “Quisimos acercarnos hacia ese sonido porque vivimos escuchando esa clase de música, súper hi-fi, que entra en los estándares de FM, y entendimos que era un camino que necesitábamos tomar”, suma el guitarrista Mateo Zabala. “Pero de a poco fuimos cambiando de pensamiento, como te pasa en la vida cuando tomás una idea y después la vas transformando. Nos dimos cuenta de que quizás ese no era el lugar en el que queríamos estar.”
Inmediatamente después de la salida de Oh viernes, Viva Elástico experimentó algunos cambios que empezarían a definir una nueva etapa: los ingresos del bajista Jean Jacques Peyronel –hijo de Michel– en reemplazo de Santiago Pacek, y del tecladista Andrés Ruíz en lugar de Juan Condorí. “Nos constituimos de manera bastante firme y empezamos a tener otra búsqueda”, dice Schuster. “La banda empezó a rendir de una manera bastante poderosa, muy unida a nivel musical. Nos llevamos muy bien y fue creciendo otro tipo de sonido. Aparecieron nuevas ideas y dimos con Leo Ramella –Emisor, ex Resonantes y productor de discos de Victoria Mil, Travesti y Placer–, que también ayudó a arriesgar sonidos y a trabajar en la performance de cada instrumento.”
De No es privado se extraen varias certezas. La primera es la presencia de una banda expansiva, sólida y maleable –que va del rock al pop y del punk a la electrónica– respaldando el gesto dramático y avasallante de la voz de Schuster. Y la segunda es la gran performance compositiva del cantante, ese líder alborotado, inseguro y apasionado que ha torneado como nadie de su generación retratos de histeria juvenil, amor desesperado e inseguridades de la primera adultez. Su poesía mezcla emoción, romanticismo, ingenuidad, viveza y folklore del siglo XXI. “Siempre escribí desde la música, con las cosas que me van surgiendo en el momento. Jamás me jactaría de ser consciente de lo que escribo, porque no lo soy”, explica Schuster. “En este disco algunas canciones salieron de una, pero para mí eso significa meses. Las dejo tiempo porque me cuesta mucho escribir, y en este disco más, porque buscábamos algo distinto. Después de tantos años, lo que menos queríamos era parecernos a lo que veníamos haciendo. Cambian los años, el contenido de la persona sobre el cuerpo es otra y eso es muy fuerte, es innegable, y no se puede mentir o inventar. En ese sentido, las letras se desarrollaron bastante conflictivamente.”
Acá Schuster almacena algunas de sus mejores imágenes y también su más poderosas líneas. En el corte Ven, por ejemplo, pinta una de sus escenas de amor en tiempo real (“Ven con tus manos adentro del pantalón, en una esquina silvando una canción de amor”) y en De new wave se planta desde el estribillo con gesto romántico y tono heroico y altanero, convirtiéndolo en un hit instantáneo: “Me importa un bledo si caigo, men / porque yo soy como el tango y me visto de new wave”.
“A mí la canción que más me referencia es www. La tenía hacía casi un año y medio y no la podía escribir. Por eso la letra empieza diciendo ‘Esta canción quise escribirla hace más de un año pero nunca pude dar con el refrán’. Pero cuando llegó el momento de grabarla el texto salió mágicamente y sentí que la espera había valido la pena muchísimo. Estaría buenísimo que en la vida pudiéramos desarrollarnos mil años para hacer algo”, reflexiona el cantante. “Me parece la letra más folklórica del disco. A mí me gusta mucho Zitarrosa, por ejemplo, y me parece lo más cercano a eso, un identikit de lo que ese tipo plasmó en mí. Por eso la canción suena bastante de arribeño, arrabalera. Estoy muy orgulloso de esa letra, creo que es mi favorita.”
Desde el principio se los emparentó con el sonido de los ‘80, y sobre todo de Don Cornelio, ¿se tienen en cuenta ese tipo de percepciones externas a la hora de buscar el sonido de un nuevo disco?
Mateo: Esa mirada siempre nos resultó rara. De hecho a Don Cornelio yo los agarré de grande, no los conocía. Los empecé a escuchar a raíz de lo que decían de nosotros, para tratar de encontrar semejanzas, y me terminó gustando.
Ale: Nos gustan más los Ratones Paranoicos que Don Cornelio, aunque también es una gran banda. Con Palo Pandolfo una vez hablamos sobre esa comparación. Nos comimos una pizza en Güerrin con Mateo y él y se cagaba de risa, pero no de modo simplista y arrogante, sino al contrario. Nos reíamos porque nos gusta lo mismo: PIL, Sex Pistols, The Cure, Fad Gadget, toda la música de los ‘80 más oscuras de todas o el synthpop de Human League. Somos como los hijos del mismo padre pero que son a la vez hijos huérfanos que están separados. Eso es lo maravilloso de la música. Creo que, después de todas nuestras búsquedas, somos una banda de rock nacional, pero con la palabra entera de lo que significa el rock nacional hoy en día como concepto englobado, ¿por qué negarlo?
Mateo: Para mí somos una banda de rock nacional, pero no con la tradición del rock nacional, sino con esta tradición que se fue disgregando, con bandas como Babasónicos.
¿Qué te convierte en una banda de “rock nacional”?
Ale: Simplemente el concepto de popularidad argentino. Zitarrosa no es argentino, pero a la vez sí. Fue uruguayo, tuvo que migrar y se fue a otro lado y es un artista muy importante para la Argentina. Sin ir más lejos en el ejemplo, nos gustan un montón de cosas que dignifican el folklore argentino y creemos que el rock nacional no debe ser catalogado y considerado como tal en su estructura cerrada.
Andrés: Cuando ingresé a la banda, hace menos de dos años, tenía un universo armado en torno a Viva Elástico que lo hacía más cercano a The Cure, todo ese palo tipo Morrissey, etcétera; y por otro lado el palo más ‘90, onda Sonic Youth. Pero cuando los conocí me di cuenta de que no era así: les gustaban Calamaro, Ratones Paranoicos y los Rolling Stones más que The Cure casi. La gente tiene esa fantasía errada.
¿Creen que a partir de Agua, sal y fiebre terminaron de asumir la canción popular?
Ale: Sí, pero eso no es consciente.
Mateo: Yo creo que sí lo es. Crecí escuchando esa música de algún modo: Suede, Pulp, Portishead, Television, The Cure, The Smiths, que son bandas populares de algún modo.
Ale: Lo que sucede es que estamos dentro de un género, o fuera de un género, hacemos pop o rock o lo que sea, o nos gusta el punk, y es música de afuera, creada afuera, no hay que mentir; pero está resignificada acá. Y acá la música popular para mí es Charly, Spinetta, Virus, que es un gran ente para nosotros, a todos nos gusta. Eso es música popular argentina. Y hay un rock nacional que es alternativo a un cerramiento, significa demasiadas cosas que van desde el pop hasta lo que no es pop.
En el corte Ven se acercan a Babasónicos en la propuesta, con ese perfil de canción romántica y sensual, casi abolerada. ¿Les interesa su obra?
Ale: Claro, acá pasa lo mismo: hay una búsqueda en común. A nosotros nos gusta mucho Sandro y a Dárgelos le encanta Sandro. A Federico Moura no sé, pero estoy seguro que si lo escuchó algún día al menos le habrá tenido respeto. Pero también está ahí el Perro Serrano. Nosotros queremos hacer lindas canciones. Si llega a haber alguna reminiscencia estamos en el mismo país y tenemos gustos muy parecidos. Yo soy fanático de Babasónicos, mi disco favorito es Miami, pero no es una búsqueda hacia eso, es una búsqueda Viva Elástico. Ven es una canción Viva Elástico, bien cerrada. Creo que es una de las más cerradas en el concepto de la banda junto con otras del disco.
Jean: Es un tema re Viva Elástico, yo me di cuenta de eso enseguida. Solamente hay dos discos y sin embargo ya hay una línea re personal.
Ale: A esa canción la traje tipo ranchera y Juan con el sample la agarró y la dobló a dos cuartos. A mí me cayó para el orto en ese momento, no lo entendía, no me gustaba. ¡No, vamos al punk! ¡Vamos rápido! Pasó un mes y medio, la escuché y me di cuenta de que tenía razón. Así es como funcionó este disco.
¿Cómo se ubican dentro del mapa de la música joven actual?
Mateo: Cuando estuvimos con Triple RRR fuimos parte de una escena, éramos todas bandas emergentes y estábamos muy metidos. Después de a poco naturalmente nos fuimos quedando al margen. Nos abrimos más a tocar con quien sea, con otras bandas y en otros lugares.
Ale: Es nuestra música la que habla de eso; intentamos abarcar diferentes lugares. Siempre uso la palabra pero nunca me sale, cuando algo es... ¡transversal! Viva Elástico es una banda transversal, con todas sus locuras sónicas. La transversalidad es el acopio a esa constancia de ya tres discos random, porque hay variedad de ritmos y nos sofisticamos de esa forma. Después de todo me gusta decir que éste es un grupo alternativo, como ya se dejó de decir. Antes lo alternativo era en los ‘90, pero la alternatividad sigue existiendo. Hoy lo no alternativo es Maluma. Así que nosotros somos... lo alternativo. ¿Está bien, no?
* Viernes 25 a las 23 en el Centro Cultural Olga Vázquez, 60 entre 10 y 11, La Plata, junto a El Estrellero.