"Las identificaciones se encuentran debilitadas por el imperio de un goce deslocalizado. O sea que el Edipo como ordenador se ve debilitado", expresó María del Carmen Arias, psicoanalista, fundadora del Espacio de Investigación del Niño en el Discurso Analítico (Erinda), miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), en esta entrevista, a modo de adelanto del seminario que dictará en el 2º cuatrimestre, "Laberintos de la clínica: del saber a la invención". Aquí habla de los nuevos conceptos y de una nueva época en el psicoanálisis que implica la renovación de la práctica.
--El psicoanálisis con niños se realiza desde los albores de la práctica, ¿cuáles son las transformaciones más relevantes en el campo de la clínica con niños?
--Desde la época de Freud son muchos los cambios sucedidos que interrogan al psicoanálisis. Podemos señalar que las identificaciones se encuentran debilitadas por el imperio de un goce deslocalizado. O sea que el Edipo como ordenador se ve debilitado. Estamos en la época de la diversidad: las identidades sexuales, los tipos de familia, los modos de crianza que se adoptan, todo parece ser a la carta, a la medida de cada uno. En esto, el psicoanálisis siempre acompañó, respetando la singularidad del sujeto. Los avances de la ciencia y la tecnología han provocado modificaciones en los lazos y vemos muchas veces una relación de tipo adictiva con los objetos ya desde la infancia. En nuestros consultorios se presentan padres desorientados, niños encarnando el capricho, autismo generalizado que no es lo mismo que autista, diagnósticos y medicación que taponan el síntoma. Casos donde el recurso a la palabra no es suficiente o no parece conveniente, donde la transferencia se hace complicada. Todas estas cuestiones nos llevan a revisar cuál es la posición conveniente para un analista en cada caso. Por eso en el seminario planteamos una irección frente a los laberintos de la clínica que va más allá del saber y apela a la creación como el poder que debería tener la palabra en cada interpretación. Hoy... ¿quién no sabe qué es el Edipo? A veces hay que saber callarse.
-‑Tratándose Erinda de un espacio de investigación del niño desde el psicoanálisis ¿Cuáles son las últimas investigaciones que desarrollará en el curso de este segundo cuatrimestre?
--En primer lugar desde el psicoanálisis tratamos de no demonizar lo nuevo ni quedarnos en la nostalgia del pasado. Me hago la misma pregunta que "Bugs Bunny" tiene de muletilla ¿qué hay de nuevo viejo? Es importante no perder de vista en la investigación los conceptos fundamentales del psicoanálisis acuñados por Freud a partir de su clínica y agiornados por Lacan: inconsciente, pulsión, transferencia, repetición, interpretación.
Lo nuevo con Lacan es la inclusión del concepto de parlêtre que implica que más allá del inconsciente, el sujeto tiene un cuerpo y que lo real está tomado fuera del sentido y de la relación con el saber. Estamos en una época en que el cuerpo recibe una gran atención desde los distintos discursos: la medicina, la estética, la imagen, las cuestiones de género y el psicoanálisis también se suma con su propio tratamiento sobre el tema. En la actualidad nos encontramos con casos donde la modalidad de presentación del cuerpo no es el de las histéricas de Freud.
-‑En el curso se presentarán casos y recortes clínicos. ¿Qué valor le asigna a la presentación de casos?
--El objetivo de este seminario propedéutico es dar algunas herramientas para poder apropiarnos de estos conceptos que a veces resultan complicados, valiéndonos de material clínico que nos permita la ida y vuelta entre la teoría y la práctica que suele hacerse difícil. Quiero aclarar que el Seminario que dictaré en ERINDA en el 2º cuatrimestre "Laberintos de la clínica: del saber a la invención" comenzará el próximo miércoles 9 de agosto, a las 20, en la sede de la EOL, Jujuy 1610, abierto a todo público.
*Coordinador de la página de Psicología de Rosario12.