Un llamado al 911 advertía que en un departamento de Villa Urquiza, una mujer pedía auxilio porque en su departamento había dos hombres armados y la Policía sospechó que se trataba de una toma de rehenes. La persona que llamó dijo que la supuesta víctima le había arrojado desde el balcón un papel con un mensaje donde le pedía ayuda. Todo era falso.

El hecho ocurrió este jueves, a las 16, en el segundo piso de un edificio de Tomás A. Le Bretón al 4900. "Una vecina me tiró un papel indicándome que había ladrones en su casa", explicó la persona que realizó el llamado. Por este motivo, se puso en marcha un operativo policial que incluyó grupos especiales para situaciones complejas. 

"Que venga alguien al 2D. Urgente, Peligro" decía el mensaje escrito en una hoja cuadriculada, con un marcador verde. Se cortaron las calles alrededor del departamento y la Policía se dispuso a analizar cuál era la situación adentro del departamento donde estaba la mujer con sus supuestos captores. 

Según fuentes policiales, la víctima estaba “en el balcón de su departamento” y alegaba que había al menos “dos sospechosos en su casa”. Sin embargo, cuando los agentes entraron al edificio, los mismos vecinos contaron que ya había antecedentes de otras denuncias falsas y que la mujer, de unos 60 años, tendría un problema de adicción.


La toma de rehenes que no fue

No obstante, se desplegó el protocolo indicado para una posible toma de rehenes. “El cuerpo de negociadores primero intentó tomar contacto con los presuntos captores, pero no hubo respuesta”, explicaron las fuentes. "Después,  desde la ventana de un edificio lindero, se habló con la presunta víctima, que estaba tirada en el piso del balcón. Ella insistía en que había dos personas en su departamento", detallaron.

Ante esa situación, y con una orden judicial, se decidió romper la puerta e ingresar al departamento.  Pero no había nadie. Solo estaba la mujer que, de acuerdo a la información, "no tenía un relato coherente" de lo que estaba sucediendo.

La mujer tenía una herida en la boca. “Me pegaron, me robaron y se fueron”, dijo a la Policía, pero en el lugar no había indicios de violencia. Ni rastros de haber sido robada. 

Finalmente, fue asistida por médicos del SAME y llevada al hospital Pirovano con un diagnóstico de "alucinaciones sonoras y visuales”.

Intervinieron en el lugar, los grupos especiales DOEM y GER, Bomberos de la Ciudad y personal de la Comisaría Vecinal 12C de la Policía de la Ciudad. La causa es investigada por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4.