La primera audiencia del juicio por el femicidio de la adolescente Iara Rueda, se realizó a puertas cerradas en el salón Vélez Sarsfield, por decisión del Tribunal en lo Criminal N° 3 de Jujuy, presidido por la jueza María Margarita Nallar e integrado también por Ana Carolina Pérez Rojas y Mario Ramón Puig.
Al término de una extenuante jornada, la madre de Iara Rueda, Mónica Cunchila, agradeció la presencia de las personas que se acercaron hasta el palacio judicial para acompañarla. "Se lo juré, Iara va a tener justicia y queremos condenas ejemplares. Basta de matar mujeres", dijo, visiblemente emocionada.
El debate se inició antes de las 9 de la mañana, los tres imputados: Raúl Arnaldo Cachizumba, Mauricio Esteban Abad y Tomás Fernández, ingresaron a la sala con barbijos y custodia policial, y se ubicaron detrás de sus defensas, la abogada Sara Cabezas, en representación del último; los letrados Gustavo Reynoso y Agustín Reynoso, por Cahizumba, y Antonio Vargas y Jorge César Soria, por Abad. Los tres acusados se abstuvieron de declarar.
Eso fue lo único que tuvo publicidad en esta audiencia porque solo esos minutos se pudieron captar fotografías y registrar imágenes audiovisuales. Luego el Tribunal "invitó" a la prensa a retirarse del recinto. Ni siquiera la prensa escrita, que por la naturaleza de su labor suele pasar desapercibida en los juicios, pudo quedar en la sala.
La madre de Iara, Mónica Cunchila, y el padre, Juan Rueda, se ubicaron detrás de su abogado, Julián Palmieri. El Ministerio Público de la Acusación está representado en este proceso por el fiscal Alejandro Bossatti, acompañado por Diego Cussel. También participa el Consejo Provincial de la Mujer e Igualdad de Género, en representación del Estado provincial como “querella institucional”.
En la gran sala de audiencia estuvo la titular del Consejo de la Mujer, Lourdes Ibarra, organismo cuestionado por familiares de víctimas por la inacción de la gestión anterior cuando se sucedieron cinco femicidios en septiembre de 2020. También estuvo la coordinadora del Programa Acceder Derechos en Jujuy, del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, Laura Alvarez.
El palacio de Tribunales estuvo vallado, y además se apostó un cordón policial para impedir el acceso de la Multisectorial de Mujeres de Jujuy, en esos momentos lloviznaba y así permanecieron las mujeres en la calle, entre ellas la abuela de la adolescente asesinada con sus carteles de pedido de justicia, y fotos de Iara.
"Debería ser oral y público"
Tampoco pudieron ingresar a la sala de audiencias las Madres en Lucha Contra la Impunidad Miriam Medina, mamá de Sebastián Bordón (asesinado por la policía de Mendoza); Stella Maris Cerda, madre de Jorge David Orona (asesinado por la Policía Federal en 2011), y Pamela Soledad Bonilla, mamá de Cristian Esteban Marchi (también muerto por la policía en la provincia de Buenos Aires).
“Debería ser un juicio oral y público para que el periodismo puede informar. Hay una madre, la familia que reclama a gritos por justicia por su hija”, expresó Medina. Además, recordó que conoció a Mónica cuando marchó por Iara en Buenos Aires, y ahí gestionaron entrevistas con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Seguridad de la Nación y con diputados para que escuchen al familiares víctimas de femicidio y de violencia institucional y que relaten lo que pasa en Jujuy.
Medina también cuestionó “el maltrato de la fuerza de seguridad de la policía provincial (de Jujuy) hacia los manifestantes. Primero, agrediendo con el no poder pasar al juicio, porque es una agresión”, sostuvo.
“Esto se trata de solidaridad, desde el amor. Cuando nos matan a nuestros hijas e hijos, somos solidarias y estamos a la par. Ni adelante, ni atrás, a la par, tiene que ver con el amor. Es lo que brindamos a nuestros hijos y no el odio hacia la vida, que es lo que ejercieron sobre la vida de nuestros hijos. Esperamos que realmente este tribunal puede impartir justicia a Iara y toda su familia, para que estas cosas no pasen nunca, pero nunca más”.
Y tampoco se permitió el ingreso de la delegada en Jujuy de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Anabel Yacianci . “Solo me han permitido estar antes de la puerta de entrada –de la sala de audiencia- y si hay un cuarto intermedio, si alguien sale con la posibilidad de poder acompañar a Mónica porque está aclarando la mamá”, expuso. Además, el padre y la madre de Iara no fueron asistidos psicológicamente en su testimonial.
En la audiencia dieron su testimonio diez personas, entre ellas, peritos y familiares de Iara.
El grito que sostiene
Al finalizar la jornada de siete horas con un pequeño cuarto intermedio, el abogado de la familia dijo: “hay que seguir confirmando lo que venimos peticionando y diciendo que esta gente es responsable, que hay elementos probatorios. No es que Mónica, Juan o el doctor quieran tener esta gente presa. Hay elementos probatorios que los vincularían, y consideramos que en las audiencias venideras vamos a tener más elementos”, sostuvo. En cuanto a la asitencia de la prensa, el letrado recordó que “desde el minuto uno hicimos el pedido del salón Vélez Sarsfield por las dimensiones para que asista la prensa, pero el Tribunal determinó solo el ingreso al inicio y el díoa de la sentencia”.
En tanto que Mónica Cunchila, atravesada por el dolor, contó que vivió “una jornada muy dura, difícil, porque es como revivir ese día que Iara desaparece, y la impotencia. Aunque hoy estemos en el juicio. Nada me va devolver a mi hija. Confío en que va a haber novedades, que mi hija va a tener justicia”, deseó.
“El acompañamiento y apoyo de las organizaciones te fortalece, cada grito de las chicas te sostiene, si no no estaría de pie. Fue muy dura la jornada y familiares de otras víctimas me acompañan. Eso es Iara, se lo juré. Su mamá no se va a caer, voy a llegar hasta el final, confió en una condena ejemplar sin privilegio para nadie”, agregó.
Mónica y Juan agradecieron a “organizaciones, familia, amigos, por apoyarnos y no dejarnos caer, porque ustedes son la fuerza y la memoria de Iara. Se lo juré, Iara va a tener justicia y queremos condenas ejemplares. Basta de matar mujeres. Va a sentar jurisprudencia en la provincia de Jujuy, se llenan la boca diciendo que en Jujuy hay justicia. Que me demuestren entonces. 50 años. Mi hija tenía 16 años, se fue asesinada, abusada. Le pido al gobernador (Gerardo Morales) que demuestre como papá, que apoye a la familia porque Iara era una nena que no vivió nada y el Estado wstuvo ausente. Que me demuestre que existe justicia en Jujuy y no impunidad”, gritó frente a las personas que fueron a darle su apoyo.