Acusado de haber cometido 61 hechos de desobediencia contra su ex pareja, sobre quien tenía una orden de prohibición de acercamiento, Nicolás Rivas fue condenado a 6 años de prisión. El agresor fue detenido en septiembre de 2020, tras una seguidilla de hostigamientos y amenazas a M., quien había sido su pareja. Por el caso hubo una movilización en agosto de 2020, días antes de la detención ordenada por la fiscal María Teresa Granato.
El tribunal integrado por Rafael Coria, Gonzalo López Quintana e Irma Bilotta dictaron la sentencia por los delitos de amenazas coactivas y desobediencia en contexto de violencia de género.
Granato le atribuyó hechos cometidos el 6 de julio de 2020 cuando fue a la casa de la víctima y le bajó la térmica de la luz de su departamento, para luego gritarle insultos, tirarle piedras a la ventana de la habitación y escribirle la caja de luz. Dos semanas después, cometió un hecho similar.
También incumplió la orden de restricción el 9 de agosto de ese año y el 17 de agosto, cuando tocó el timbre insistentemente; el 21 de agosto, cuando le arrojó una piedra a la ventana del departamento; el 22 y el 25, cuando volvió a colgarse del timbre. Al otro día le envió mensajes de texto y tres días después, la interceptó con su vehículo, mientras ella manejaba e hizo una maniobras de encierro con su auto, por lo que M. tuvo que parar en la banquina y él le tiró objetos contra el auto.