El jueves 13 de abril la Cámara Alta, en su primera sesión del año, aprobó por 48 votos a favor y nueve en contra la Ley de Alcohol Cero al volante, que fue promovida durante años por instituciones, asociaciones civiles y personas que sufrieron la peor de las tragedias. Tras el dolor, la alegría de conseguir el objetivo, pero con la cabeza puesta en que se aplique la nueva ley.
“Es un paso muy grande, importante para la seguridad vial del país, porque hablamos de una ley de cuidado, que busca un tránsito más respetuoso y con menos dolor”, sostuvo a Página|12 el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano.
En la Cámara de Diputados la propuesta obtuvo el 24 de noviembre una mayoría de 195 votos, por lo que se descontaba un amplio apoyo también de senadores de todo el arco político, algo que finalmente sucedió. En este sentido Carignano afirmó: “Fue abrumadora la votación, al igual que en Diputados, lo que demuestra que no es una ley de un sector o un partido político. Había una necesidad, un consenso social muy fuerte respecto de qué era lo que necesitábamos”. Y remarco: “Es una victoria”.
La iniciativa, que prohíbe conducir cualquier tipo de vehículo con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre, cuando entre en vigor se aplicará a todas las rutas nacionales de las provincias del país, sin importar si ellas adhieren o no a la ley. Luego de que el Poder Ejecutivo promulgue la ley, lo que pasará en aproximadamente 10 días, se empezará a trabajar para que rija también en rutas provinciales.
“Acompañamos a las organizaciones con el compromiso de que no estábamos solo tomando un cargo público, sino asumiendo la responsabilidad que se nos había concedido”, agregó Carignano. Y concluyó: “Esta ley nos habla de muchos menos muertos y heridos en las rutas, pero depende de nosotros que se cumpla. Estoy convencido de que es una ley que tiene una gran solidaridad para un tránsito más seguro”
La "tolerancia cero" con el alcohol ya se implementa en siete provincias y 13 localidades del país, donde se obtuvieron mejores resultados en términos de siniestros viales que con la normativa actual. En uno de cada cuatro accidentes viales está presente el alcohol, por lo que la medida se espera genere en lo inmediato una disminución de casos de alcohol al volante, y a largo plazo un cambio en los hábitos viales de los conductores de cualquier tipo de vehículos.
Hasta la sanción, había tambien más de 50 ciudades argentinas con una normativa de alcohol cero al volante. “Esto habla de mucho trabajo para concientizar y hacer comprender su importancia. Fue un proceso realmente muy democrático y ya era hora de que se aprobara a nivel nacional”, dijo Alba Sáenz, mamá de Federico Ecker, quien falleció en octubre de 2006 junto a 8 compañeros y una docente en la llamada Tragedia de Santa Fe.
“Teníamos muchas dudas después de la sesión que se postergó y realmente pensamos que era muy difícil que se apruebe”, sostuvo Sáenz, que estuvo en el recinto en el momento en que se aprobo la ley. La mujer, que luego de la muerte de su hijo, hace 16 años, fundó junto con otros padres Conduciendo a Conciencia, continuó diciendo: “Para nosotros lo más importante de esta ley es que va a ayudar a prevenir siniestros viales, y seguramente podamos cuidar más vidas, para eso trabajamos”.
Por su parte, la integrante de la asociación Madres del Dolor, Viviam Perrone, insistió en declaraciones a Radio Provincia en la importancia de que se invierta en alcoholímetros y profesionalizar a quienes realizan los controles para que estén bien hechos. "Es un paso adelante porque son muchísimos los accidentes viales que se producen como consecuencia de conductores ebrios y la norma nos permite dar este mensaje: si vas a conducir, no podés tomar nada de alcohol y, de esa manera, terminar con las especulaciones”, agregó la madre de Kevin Sedano, el joven de 14 años que falleció en 2002 luego de ser atropellado en San Isidro por un automovilista que conducía ebrio.
En aquellas provincias en donde hace más tiempo fue sancionada la ley, como Río Negro, las muertes se redujeron en un 15,8% y en Jujuy más de un 37%. En Buenos Aires, última jurisdicción provincial en adoptar esta medida, el año pasado se redujeron a la mitad los conductores con alcoholemia positiva en las rutas de la Costa, en los controles de la ANSV realizados en enero de este año, si se los compara con los del año pasado.
Además, según estadísticas del Observatorio Vial de la ANSV durante los operativos de Alcoholemia Federal, se destaca que, en las jurisdicciones con Alcohol Cero al volante, la cantidad de conductores testeados que circulan con graduación 0 de alcohol en sangre es notablemente mayor que en aquellas que tienen como límite permitido 0,5.
Informe: Mercedes Chamli