El Parlamento de Italia aprobó ayer, por vía acelerada, el proyecto del Poder Ejecutivo para enviar un misión naval de apoyo técnico a aguas libias para combatir el tráfico de personas y la inmigración ilegal, al tiempo que empezó a regir el “código de conducta” que Roma busca firmar con las ONG que operan en el Mediterráneo en el rescate de migrantes a la deriva.
La operación de intervención en aguas libias se dará en medio de una baja de las llegadas de migrantes a las costas italianas de casi un 3 por ciento con respecto al año pasado, según los datos oficiales que actualizó ayer y el Ministerio del Interior.
Con 328 votos a favor y 113 en contra, el oficialista Partido Democrático logró la primera fase del aval parlamentario al plan aprobado por el gobierno del premier Paolo Gentiloni por pedido de las autoridades libias. Horas después, en un tratamiento exprés, el oficialismo replicó en el Senado la alianza con la centroderechista Fuerza Italia y llegó a los 191 votos a favor y 47 en contra para convertir en ley el envío de las naves a Libia.
La ministra de Defensa, Roberta Pinotti, había explicado ayer ante las comisiones de Defensa y Asuntos Internacionales del Senado y Diputados, “la misión será de apoyo técnico naval en sus aguas territoriales y en sus puertos, todo dentro de las exigencias pedidas por el gobierno libio. No habrá ninguna injerencia en la soberanía libia; nuestro objetivo es reforzarla. Buscaremos salvar a náufragos y luchar contra la inmigración ilegal”, agregó la titular de Defensa, que estuvo acompañada por el canciller Angelino Alfano.
El apoyo legislativo al plan de intervención se dio apenas minutos antes de que el ministerio del Interior divulgara que en los primeros ocho meses de este año desembarcó un total de 95.215 frente a las 97.892 que lo hicieron en 2016, según la estadística oficial, lo que representa una baja del 2.7 por ciento. Ayer a la madrugada, además, el gobierno italiano estrenó el “código de conducta” que busca firmar con organizaciones no gubernamentales que operan en el rescate de personas Mar Mediterráneo y detuvo una embarcación de una ONG alemana que había rechazado sumarse a la iniciativa.