La Gendarmería Nacional allanó cinco inmuebles ubicados en la localidad fronteriza de Salvador Mazza y uno en la ciudad capital, en el marco de una investigación criminal que lleva más de un año dirigida por la Unidad Fiscal Salta junto a la Dirección Regional de Aduanas.
La Unidad Fiscal informó ayer que con la orden de la jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Hernández, el jueves último se desplegaron más de 200 efectivos de Gendarmería Nacional, en su mayoría pertenecientes a unidades y divisiones que no pertenecen a la zona donde se practicaron los procedimientos.
En esos procedimientos, supervisados por la auxiliar fiscal Roxana Gual, se secuestró gran cantidad de dinero, maquinaria agrícola, vehículos y, en especial, mercadería y granos. La Unidad Fiscal Salta añadió que el accionar descubierto da cuenta de que la organización delictiva desbaratada actuaba a modo de una aduana paralela, modalidad que se torna frecuente en propiedades colindantes con la frontera.
El fiscal general Eduardo Villalba se excusó de dar más detalles, pero señaló que hay imputados identificados que en los próximos días serán citados para hacerles conocer la acusación penal. La Gendarmería indicó que seis personas supeditadas a la causa en infracción a la Ley 22.415, del Código Aduanero.
La Gendarmería precisó que la investigación comenzó en 2021 con la incautación de 30.000 dólares y el teléfono celular del conductor de un camión. La información de este teléfono permitió identificar el modus operandi del circuito de comercialización de granos ilegales que habían montado las personas integrantes de esta organización.
Armas, tarjetas bancarias, dinero, granos
Añadió que en los allanamientos se secuestraron también dos armas (una calibre 8 y otra calibre 22), tarjetas bancarias, licencias de conducir y documentación expedidas por el Estado Plurinacional de Bolivia, 77.470 dólares estadounidenses, 47.720 pesos bolivianos y 4.291.345 pesos argentinos, dispositivos tecnológicos, camiones de carga y gran cantidad de mercadería, cereales, semillas y granos acopiados en galpones.
La fuerza informó que en la investigación dieron con el paradero del presunto líder de la organización contrabandista por lo que desplegaron un operativo encubierto simulando llevar a cabo una capacitación orientada a los miembros de la institución, con el objetivo de reunir un número importante de uniformados en la provincia.
En cuanto al contrabando de cereales, se incautaron granos de soja en el interior de tres silos, 1.100 bolsas de maíz, 500 bolsas de chía, 1.000 bolsas de porotos, 700 bolsas de sorgo, 20 pallets de cerveza, 200 cajas de lavandina líquida, 200 cajas de aceite comestible.
En otro de los tinglados inspeccionados secuestraron 162 packs de 8 unidades de vino saque, 45.840 latas de cerveza; 3.750 litros de desodorante para ropa, 18.000 kilos de harina de trigo y 71.250 kilos con granos.
La Gendarmería indicó que los galpones estaban ubicados estratégicamente en terrenos fiscales lindantes al límite internacional fronterizo con Bolivia, confeccionados con el único propósito del traspaso de los granos mediante puentes artificiales.
El allanamiento en la ciudad capital fue en un estudio contable, donde quedó supeditado a la causa el contador.