En Videoteca se alquilan películas y se habla de cine, es la alquimia que caracteriza al más clásico de los videoclubes, todavía activo en su dirección de calle Entre Ríos 1772. La costumbre histórica de los habitués –además de conseguir incunables, completar filmografías, revisitar clásicos y conocer novedades–, fue la de reunirse y conversar. Un ritual que hizo de este lugar un mundo de cobijo cinéfilo; quien haya visitado Videoteca recuerda el paseo obligado por las estanterías, que podía demorar más que el tiempo dedicado a las películas elegidas.

Desde hace unos meses, Videoteca ofrece tertulias y talleres de cine; entre sus novedades destaca el curso que a partir de hoy –a las 19.30 y durante 3 lunes– ofrece Gustavo Galuppo Alives: El destino de las imágenes: Interrogantes y elucubraciones, de las Fantasmagorías a la Inteligencia Artificial; de modalidad presencial/virtual, con inscripción en [email protected] o a través de las redes (IG: @videotecarios).

La temática tiene vinculación directa con el más reciente video de Galuppo: Íntima, seleccionado para competir en la categoría “Vanguardia y Género” del Bafici 2023, que inicia pasado mañana. En su video, Galuppo indaga poéticamente en la condición espectral de las imágenes e incorpora de manera dilemática el uso de la IA en su generación. “La idea de Íntima es parte de un proyecto mayor que se llama Phantasmorasi, que va a tener una forma de videoinstalación y un formato de video un poco más largo. Tiene que ver con técnicas que para mí son nuevas, que nunca trabajé: llevé imágenes producidas con Inteligencia Artificial al papel, en cuadros muy chiquitos; intervine el material y luego volví a escanear para que se notaran la textura, el ruido. Estas intervenciones a veces consistían en volcarle el café que tomaba, cosas azarosas para ver después qué resultados se obtenían al escanear y ampliar”, explica a Rosario/12 Gustavo Galuppo Alives.

“Son técnicas en las que confluyen varias cosas. Por un lado, está el gusto que sentía por ver estas técnicas en trabajos muy cercanos, como los de Estefanía Clotti y Carolina Rímini, con quien trabajamos mucho juntos, y estas técnicas que ella usaba me alucinaron. La otra cuestión fue hace unos meses, durante unas charlas con el colega Mariano Ramis, realizador, investigador y docente, que trabaja mucho con la imagen desde la Inteligencia Artificial y está dirigiendo un proyecto que dirigía Carlos Trilnick, rosarino pionero del video arte argentino. El universo de la IA para mí era extrañísimo y mi primera reacción fue ver qué pasaba con esto. Un poco intuitivamente, me puse a trabajar con la IA y generé imágenes que llevé al papel, para ver qué pasaba con esto. Y es alucinante en todos los sentidos, porque cambia el paradigma de cómo pensamos a las imágenes. Para empezar a pensarlas las llevé a un terreno más material, donde poder imprimirlas y trabajarlas, y las puse en relación con las cronofotografías, esas secuencias de Marey y Muybridge, de un período un poco anterior a lo que conocemos como cine”, continúa el realizador.

-Y es esta indagación la que te llevó, a su vez, a la presentación de este curso.

-También empecé a escribir sobre esto, haciendo un arco entre las fantasmagorías del siglo XIX y la IA, para poder pensarlo desde la escritura; así también fue con el video, en donde no sé exactamente qué estaba haciendo, pero derivó en una cosa que para mí tiene que ver con el terror. El taller tiene que ver con todo esto. El título que elegí –El destino de las imágenes– lo tomo de un libro de Rancière pero llevado a otro lugar. Como muchos de los cursos que propongo, son cosas que no tengo del todo cerradas, sino que las estoy pensando en el momento y me dan ganas de compartirlo.

-Todo ello relacionado con tu descubrimiento de la IA, ¿qué consideraciones te provoca?

-Más allá de las maravillas que se generan y de un montón de cuestiones negativas que podemos pensar, hay algo que me pareció muy determinante. Esta idea de la gestión de imágenes a través de la IA tiene que ver con el leguaje: tenés que pensar un enunciado para que el algoritmo te devuelva una imagen. Es por eso que ahora la usamos gratuitamente, porque estamos entrenando a esa IA para que aprenda a decodificar el modo en que los humanos describimos una imagen; pero lo que me empezó a parecer también alucinante es cómo nos estamos entrenando a nosotros mismos para aprender a describir una imagen, para que el algoritmo nos entienda. Hay un cambio radical. La imagen histórica del cine tiene que ver con el cuerpo, con el espacio, pero acá hay una relación íntegra con el lenguaje. Tenés que aprender a describir lo que imaginás. Esto va a producir cambios inminentes. Uno de ellos es el cambio total del paradigma de la idea del saber, de cómo conocemos, y en este caso de cómo pensamos a las imágenes.

-Es curioso que al producirse este cimbronazo, ciertos sectores –aun artísticos– se manifiesten negativamente.

-Pensar esto ahora es una exigencia. No tengo claro hacia dónde va, pero hay que pensarlo o nos pasa por encima. Además, tiene muchas posibilidades creativas; si no lo pensamos, dentro de un par de años ya habremos aprendido cómo describir la imagen que el algoritmo quiere y estaremos todos haciendo las mismas imágenes. Resistirse es también hacerse a un lado, porque no va a dejar de suceder. Hay que ver cómo lo incorporamos y cómo generamos otros procesos creativos.

En relación al conjunto de actividades que Videoteca promueve, Galuppo señala: “Estamos muy contentos con lo que está pasando en Videoteca, tal vez el último video club de la Vía Láctea (risas). Muchos pasamos por allí; de hecho, yo me formé en Videoteca. De muy chiquito, cuando en los ’80 mis viejos compraron una videocasetera, se hicieron socios de Videoteca y fue así cuando descubrí a Godard, Resnais, Varda, todo fue en VHS. Me pasaba horas en Videoteca, de hecho terminé trabajando allí. La gente iba a hablar más allá del alquiler, y queremos recuperar esa costumbre. Por eso, estamos ofreciendo charlas gratuitas los jueves, cada 15 días, donde se plantean diferentes temas, y actividades como el Taller de Super 8: Horror Film que ofrece Emilio López, donde aborda la teoría y la práctica, y se termina con una realización colectiva. La inscripción para su taller está abierta y es en mayo”. Para mayor información, consultar el IG de Videoteca (@videotecarios).