Bajo el lema “el hambre no espera”, lanzado por las organizaciones sociales ligadas a la economía popular, diputados de los bloques de la oposición rubricarán el compromiso legislativo de avanzar en el Congreso con la sanción de una ley de “emergencia alimentaria nacional”. Será la antesala de la marcha que lo movimientos populares realizarán el lunes 7 de agosto y por segundo año consecutivo desde la iglesia de San Cayetano en Liniers hasta Plaza de Mayo con la consigna “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo” y el reclamo al Gobierno de la emergencia alimentaria para los sectores mas vulnerables de la sociedad en medio de la crisis económica, un mayor cumplimiento de la ley de Emergencia Social y la reglamentación de la ley de Agricultura Familiar.
“Hoy la mitad de las familias argentinas no tienen ingresos para garantizar su alimentación, los precios suben todos los días y el Gobierno no hace nada para revertirlo”, aseguró Lucila De Ponti, diputada del bloque PpV-Movimiento Evita, uno de los promotores de compromiso parlamentario que se sellará hoy. “No alcanza sólo con decirlo en campaña mientras nuestros pibes y pibas pasan hambre”, insistió De Ponti ante PáginaI12.
Al encuentro que se realizará por la tarde en el anexo de la Cámara baja comprometieron su asistencia las bancadas del FpV-PJ, FR, LdS, BJ y otros bloques menores. Allí, también comenzarán a analizarse los ejes del proyecto que propone que el “Estado garantice los requisitos nutricionales de niños y jóvenes para una alimentación completa y saludable, reforzando al doble las partidas destinadas a comedores y merenderos y garantizando el acceso a una Canasta de la Economía Popular para familias en situación de vulnerabilidad”. Lo que en principio contempla una reasignación presupuestaria calculada por 10 mil millones de pesos.
Mañana, habrá una conferencia de prensa en la sede de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), donde las organizaciones que impulsan el proyecto de emergencia alimentaria –Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, a la que se sumaría el Frente Darío Santillán– recibirán el respaldo de las centrales sindicales: la CGT y las dos CTA, que también podrían sumarse a la marcha del 7 de agosto desde San Cayetano.
“Todas las políticas económicas han afectado para peor la vida de los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular. En los barrios más humildes no hay trabajo formal, no hay changas y hay hambre. Cada día mas familias no pueden darle de comer a sus hijos y eso requiere de una solución urgente y concreta. No podemos esperar los tiempos electorales ni las especulaciones políticas, porque el hambre no espera”, sostuvo el dirigente de la CTEP, Gildo Onorato, quien afirmó que “este año los movimientos populares siguen en alerta y movilización”.
El año pasado, una movilización similar reunió a decenas de miles de personas que caminaron por avenida Rivadavia los 13 kilómetros que separan al santuario de San Cayetano de Plaza de Mayo. Para este lunes, las organizaciones sociales estiman que marcha también será masiva y que la crítica situación económico-social la convertiría en mas numerosa que en 2016, en la que –según estimaron– asistieron unas 70 mil personas.
Los organizadores montarán ollas populares en las plazas General Pueyrredón (Flores) y Miserere (Once), para brindar algún alimento a los peregrinos del reclamo social. Habrá también un alto frente al Congreso Nacional, donde los diputados de los bloques que adhieran al compromiso parlamentario también lo ratifiquen ante los manifestantes antes de llegar a Plaza de Mayo, donde en un acto de hará público el pliego de propuestas.