El 17 de abril de 1996, en Eldorado Dos Carajás, estado de Pará, las tropas de la policía militar de Brasil dispararon contra 1.500 familias de trabajadores rurales pertenecientes al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que marchaban hacia Belém en protesta por la demora en la expropiación de tierras que reclamaban para vivir y trabajar. En la represión 19 campesinos fueron asesinados en el instante, mientras decenas resultaron con heridas.
Esa fecha fue elegida por la Segunda Conferencia de Vía Campesina, que se realizó en Tlaxcala, México, como el Día de la Lucha Campesina, para no olvidar aquella masacre y para seguir reclamando en toda América del Sur por los derechos del campesinado, por la reforma agraria y la soberanía alimentaria, en la defensa y cuidado de la naturaleza, de las semillas y del agua.
Este año, la convocatoria de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) Agraria intentará hacer llegar su voz bajo la consigna “Mil Ferias De La Agricultura Familiar Campesina e Indígena y de la Pesca Artesanal” en ciudades de todo el país, actividad que estará acompañada de movilizaciones en algunas rutas y localidades.
Entre las consignas para este 17 de abril, las organizaciones nucleadas en la UTEP volverán a reclamarle al Gobierno Nacional la urgente reglamentación, con presupuesto acorde, de la Ley 27.118, de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar. También exigirán un incentivo a la producción por tres meses en el marco de la sequía y la emergencia agropecuaria. Y el tratamiento de leyes que duermen en el Congreso, como la de acceso a la tierra y al agua, la de protección de cinturones verdes, y la de fomento a la agroecología.
Salta, Jujuy y Tucumán participarán activamente de la jornada. En Jujuy habrá ferias por la mañana en la Plaza de los Inmigrantes, en la ciudad de San Salvador; también habrá ferias en en Palma Sola, Fraile Pintado, Perico, Pampa Blanca y El Carmen. En Monterrico la feria se instalará desde las 16 en la plaza San Isidro Salvador.
En Tucumán serán nueve los pueblos los movilizados, y habrá ferias populares en San Miguel y Famaillá. Mientras que en Salta habrá una marcha campesina en Colonia Santa Rosa y se desarrollará una feria en Rosario de Lerma.
Cintia Chávez, referenta de la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, le contó a Salta/12 que junto a otras organizaciones se movilizarán hasta la plaza central de Rosario de Lerma e instalarán allí una Feria de la Agricultura Familiar para vender a precios justos y visibilizar sus pedidos.
En esa zona del Valle de Lerma la principal problemática es la falta de tierras y el acceso al agua que, por ser una zona tabacalera, depende mucho de su estacionalidad. “Estas son tierras muy lindas de producir, pero cuando los tabacaleros están en plena producción escasean el agua y la tierra”, contó la pequeña productora.
Asimismo, el pago de altos arriendos para producir complica mucho a un sector que vive de lo que cosecha y vende cada tres o cuatro meses, “y los alquileres te los cobran mensuales”, explicó Chávez, quien aprovechó para recordarle al municipio y la provincia que en esa región “hay muchas tierras fiscales que nos podrían ceder para trabajar sin condicionamientos”, y de esa manera, agregó, “poder dedicarnos de lleno a la agroecología”.
“Necesitamos más tierras todo el año, y no solo cuando no es temporada de tabaco, porque lo que nosotros producimos es lo que come la gente de Salta”, sostuvo la representanta gremial. Tampoco se olvidó de pedir la intervención del Estado para evitar los intermediarios “que son los que se quedan con la mayor tajada tanto del productor como del consumidor”. En ese sentido, expresó que las organizaciones necesitan, además de transporte propio, nuevos mercados concentradores donde llevar y vender su producción.
Por último, contó que solo en esa localidad, la Federación Rural sostiene tres comedores por donde pasan más de 450 niños y niñas por semana, a la que se suman “muchas personas en situación de calle y con hambre que piden una ración de comida para pasar el día”.
Concentrados, explotados y con hambre
El pedido de pequeños y medianos productores no debería pasar desapercibido, ya que en la Argentina como en casi toda la región y el mundo, los números de la concentración de tierras y riquezas son cada vez más alarmantes.
En el documento que compartieron desde la UTEP Agraria, se indica que en el país sólo el 1% de los propietarios rurales posee más del 40% de la tierra. A su vez, más del 75% de la producción está concentrada en manos de 4.500 pooles de siembra, y cinco empresas extranjeras aglutinan casi la totalidad de las exportaciones provenientes del sector rural.
Mientras que es el sector de la agricultura familiar el que, sin acceso a la tierra, al agua y a otros servicios esenciales, se encarga de producir los alimentos que consume el 60% de los argentinos y argentinas, aseguraron.
“La especulación financiera y de los intermediarios, sumada a la inflación generada por grupos concentrados, provoca que la población tenga menos acceso a los alimentos”, por lo que los movimientos y organizaciones campesinas buscarán este 17, “visibilizar y hacer frente al sistema de concentración de la tierra, empobrecimiento de las mayorías populares y el daño ambiental que genera este modelo productivo”.
El esquema de concentración en la Argentina es solo una muestra de lo que sucede a nivel mundial. Hace unas semanas, el grupo ETC, que se encarga de monitorear el impacto de las tecnologías emergentes y las estrategias corporativas sobre la biodiversidad, la agricultura y los derechos humanos, publicó su investigación "Barones de la alimentación".
Entre sus principales conclusiones, indican que, mientras 10 empresas concentraban el mercado de las semillas hace 25 años, esa cifra se redujo a solo cuatro corporaciones en la actualidad, Bayer, Syngenta, Basf y Corteva. Solo seis se reparten el control del mercado de agrotóxicos a nivel mundial. Cuatro el de maquinaria, y seis son las que manejan el negocio de la farmacéutica animal.
Esas empresas aumentaron sus ganancias en un 49% desde la pandemia de la covid-19. Mientras la inseguridad alimentaria hoy llega al 12% de la población mundial. Unos 928 millones de personas vive en esa situación en el mundo.
El mismo informe recomienda a los gobiernos del sur global “participar activamente en la creación de un instrumento multilateral para proteger los sistemas alimentarios locales”, en lugar de seguir las normas comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) “que funcionan en la dirección opuesta”.