El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, vaticinó una vigorosa recuperación en la capacidad de compra de los trabajadores durante 2017. “El aumento de los salarios en el año le va a ganar por goleada a la inflación”, prometió ayer el funcionario. Los cálculos del titular del Palacio de Hacienda arrojan que durante mayo el poder adquisitivo anotó un crecimiento de 5,9 por ciento frente al mismo mes del año pasado. El número ofrecido por Dujovne surgió de la resta entre la suba interanual de los salarios nominales y la tasa de inflación anualizada: 29,9 por ciento menos 24 por ciento. La estimación utilizada por el funcionario es imprecisa y exagera la mejora: el incremento representa 5,9 puntos porcentuales que equivalen a una suba del poder adquisitivo de 4,8 por ciento en mayo contra el mismo mes de 2016. Pero, a pesar del optimismo futbolero del funcionario, los datos no muestran que el salario real se perfile para “ganar por goleada”. Cuando en lugar de un solo mes se considera el período enero-mayo, el salario real se mantiene estable, es decir, no recuperó el terreno perdido el año pasado. Con las mismas fuentes utilizadas por el ministro, los investigadores del Cifra de la CTA estimaron que en mayo la capacidad de compra de los trabajadores era 6,6% inferior a la registrada en noviembre de 2015, el guarismo anterior previo a la asunción del Gobierno.
“Si bien en mayo se verificó una leve recuperación del salario real, aún se encuentra significativamente por debajo del valor de noviembre de 2015”, coincidió el ex director de Estudios y Estadísticas Laborales de Ministerio de Trabajo, Diego Schlesser. Consultado por este diario, el economista explicó que “la inflación acumulada desde diciembre de 2015 ya se consumió más de un salario medio de mayo de 2017”. Contra el pronóstico ofrecido por Dujovne, el equipo del Cifra advierte que el panorama salarial “se ensombrece si se considera que la suba del dólar y algunos incrementos de tarifas reguladas tuvieron impacto en la inflación en julio y seguramente en agosto”.
A esos elementos, advierten los investigadores, se suman la puja distributiva y los ajustes de tarifas anunciados para después de las elecciones. “Las perspectivas no son para nada alentadoras habida cuenta de los acuerdos paritarios promedio y el ritmo inflacionario recalentado por el tipo de cambio, las tarifas y la puja distributiva. El piso de la inflación anual esperada salta de 26,3 a más de 27 por ciento”, explicó Pablo Manzanelli del Cifra. De las 33 principales paritarias sólo 4 gremios alcanzaron niveles que se perfilan a superar o empatar la inflación promedio anual –docentes de algunas provincias y aceiteros–, mientras que el resto cerró por debajo de 25 por ciento.
“El aumento de los salarios, en promedio en el año, le va a ganar por goleada a la inflación. Los números del Indec de mayo dicen que los salarios promedio crecen 29,9 por ciento interanual. En ese momento, la inflación era 24 por ciento. Es decir que teníamos un crecimiento del salario real de casi 6 por ciento. En junio ese número va a ser 8 por ciento”, expresó Dujovne durante una entrevista con radio Mitre. Manzanelli precisó que “técnicamente el salario real no surge de una resta entre salarios y precios sino de una división entre ambos y se compara su resultado con la división del año anterior. Por eso si bien el salario nominal aumentó 29,8 por ciento interanual en mayo según el Indec, y los precios aumentaron 25,3 por ciento según el IPC 9 Provincias de Cifra, el salario real no aumentó 4,5 sino 3,5 por ciento”.
Durante la entrevista radial Dujovne se refirió a la escalada en la cotización del dólar y minimizó el impacto que la variación pueda tener sobre la inflación. Según él un valor de 18 pesos “es muy competitivo, estimula las economías regionales y tendrá poco traspaso a los precios”. Tras el salto cambiario cuando asumió Macri, las exportaciones de las economías regionales no mostraron una suba y se vieron afectadas por la apertura comercial.