En la primera muestra electoral del año los candidatos del "libertario" Javier Milei rugieron poco y bajito. Viendo de lejos a los futuros gobernador de Neuquén y Río Negro, su fuerza quedó cuarta en ambas provincias y no superó el 10 por ciento de los votos.
En Neuquén, Milei apoyó a Carlos Eguía, del partido Cumplir, que sacó el 7,98%. Lo de Eguía es, de todos modos, una verdadera historia de resiliencia: fue un candidato que renunció en plena campaña denunciando corrupción, pero que volvió a subirse a la carrera menos de dos horas más tarde.
Además, para el candidato no fueron todas malas noticias, ya que con sus votos logró obtener algunas bancas en la Legislatura provincial. De hecho, uno de los que ingresó fue su hijo, Joaquín Eguía.
La elección quedó en manos del exvicegobernador y actual diputado nacional Rolando Figueroa, que se escindió de las entrañas del Movimiento Popular Neuquino, que fue elegido con el 35,63% de los votos.
En segundo lugar quedó el actual vicegobernador Marcos Koopmann, que obtuvo el 33,15% y tercero quedó el Frente de Todos, con Ramón Rioseco, con el 12,71% de los votos.
En Río Negro, en tanto, el candidato de Milei fue Ariel Rivero, quien tampoco se subió al podio electoral y apenas cosechó el 9,33% de sufragios. Rivero es el jefe comunal de Campo Grande, un municipio limítrofe con Vaca Muerta. Antes de aliarse con Milei, había sido electo por el Partido Justicialista (PJ) de la mano de Miguel Ángel Pichetto.
En la provincia, en tanto, se impuso el senador nacional y candidato por Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, con el 41,61% de los votos.
El exgobernador superó por casi 20 puntos al candidato por Cambia Río Negro, Anibal Tortoriello que se ubicó segundo con el 24,16%. En tercer lugar quedó Silvia Horne de Vamos Con Todos con 10,42%.