Después de 13 años, la justicia francesa absolvió este lunes a la empresa fabricante de aviones Airbus y la aerolínea Air France en el marco de la causa en la que se investigaba el accidente del vuelo AF447 de Río de Janeiro a París en 2009 en el que murieron 228 personas, incluídos los pilotos. Entre ellos, se encontraba Pablo Dreyfus, hijo del publicista Gabriel Dreyfus, y el único pasajero argentino en el avión.
Las dos compañías estaban imputadas por homicidio involuntario y se enfrentaban a una multa de 225.000 euros pero, en su resolución final, el Tribunal de París concluyó que si bien cometieron "faltas", no se "pudo demostrar ningún vínculo causal seguro" con el siniestro aéreo, que fue uno de los más fatales de los últimos 20 años y el de mayor número de víctimas en la historia de las aerolíneas francesas.
Entre las principales líneas de investigación se intentó averiguar si la tragedia se produjo por una falta de preparación de los pilotos –atribuible a Air France–; por un fallo del dispositivo de medición de la velocidad –que inculpaba a Airbus–; o si fue por una impericia de los pilotos.
Qué pasó en el vuelo según la investigación
El 1 de junio de 2009, el avión del vuelo AF447 se estrelló en plena noche cerca del archipiélago de Fernando Noronha, casi cuatro horas después de despegar de Río de Janeiro. Las 228 personas a bordo murieron en el accidente.
Las cajas negras, halladas dos años más tarde a 3.900 metros de profundidad, confirmaron que los pilotos, desorientados por un fallo técnico en medio de la noche cerca del Ecuador, fueron incapaces de frenar la caída del aparato, que se produjo en menos de cinco minutos.
Según los informes de peritos, la congelación de las sondas de velocidad Pitot “AA” provocaron una distorsión en las mediciones de velocidad del Airbus A330. Por ello, los pilotos perdieron la orientación y la nave cayó al agua. El comandante del vuelo, el más experimentado de la tripulación, estaba durmiendo cuando ocurrió el siniestro.
En el devenir de la causa judicial se descubrió que en los meses previos a la tragedia habían ocurrido otros incidentes de sondas similares, cuyo modelo fue reemplazado en todo el mundo tras el accidente.
Qué argumentó el Tribunal de París en la absolución
En los meses previos a la sentencia, la Fiscalía había afirmado que era “imposible de demostrar" la culpabilidad del accidente. Este lunes, el Tribunal francés consideró que la empresa Airbus cometió "cuatro imprudencias o negligencias".
Entre ellas, principalmente, no haber reemplazado en los aviones A330 y A340 los modelos de sondas, que se congelaban con mayor frecuencia, y por otra parte, haber "retenido información".
Por el lado de Air France, se señalaron dos faltas vinculadas a las modalidades de difusión de una nota informativa dirigida a sus pilotos sobre los fallos de las sondas.
Sin embargo, la presidenta del tribunal, Sylvie Daunis, justificó su decisión en que "no hubo un nexo seguro de causalidad entre las imprudencias/negligencias (de las empresas) y el accidente". La lectura de la sentencia generó revuelo entre las partes civiles presentes, que pedían un fallo que cargara contra las firmas multinacionales.