A tres semanas del incendio en el que murieron 40 personas que habían sido detenidas por las autoridades migratorias de México, la fiscalía detuvo a un nuevo sospechoso del siniestro. Se trata de Salvador González, delegado del Instituto Nacional de Migraciones en Chihuahua.
La Fiscalía General informó que González está siendo investigado por su supuesta responsabilidad en el incendio en un centro migratorio del INM en Ciudad Juárez, una localidad mexicana fronteriza con Estados Unidos. Según medios locales, el funcionario de migraciones había evitado su detención usando un recurso legal.
Aunque la semana pasada la fiscalía detuvo a otros dos funcionarios vinculados a la causa, González no había sido detenido porque el pasado 12 de abril presentó un recurso de amparo. Pero según la Constitución mexicana, uno de los delitos por los que está imputado González conlleva prisión preventiva.
La Fiscalía de México presentó cargos contra otros tres funcionarios de la estación migratoria en Ciudad Juárez por los delitos de ejercicio ilícito del servicio público, lesiones y homicidio doloso.
La fiscalía detectó "un patrón de conducta en el que se han omitido, por parte de los responsables, las medidas de seguridad que eran indispensables y obligatorias para estos casos".
Además, un juez mexicano dictó prisión preventiva contra tres funcionarios del INM, elevando la la lista de implicados a siete. Las detenciones fueron solicitadas ante un juez de control mexicano por la Unidad de Investigación de Delitos Para Personas Migrantes de la FGR.
La fiscalía también va a proceder penalmente en contra del titular del INM a nivel nacional, Francisco Garduño, y el director de Control y Verificación Migratoria, Antonio Molina.
Ambos funcionarios fueron citados a declarar el próximo viernes 21 de abril en la audiencia inicial en el que se mencionarán las acusaciones que los relacionan con el incendio por el que fallecieron 40 migrantes en la fronteriza Ciudad Juárez.
El proceso de repatriación de los 40 migrantes que murieron el pasado 27
de marzo terminó la semana pasada. Según las autoridades mexicanas fueron 17 guatemaltecos,
siete venezolanos, ocho salvadoreños, seis hondureños y una persona colombiana
que murieron intoxicados tras el incidente del pasado 27 de marzo.