En medio de una gran expectativa, la empresa de fabricación espacial SpaceX, del excéntrico magnate dueño de Tesla Elon Musk, suspendió el lanzamiento de su gigantesco Starship, que tenía previsto encarar una misión a la Luna y a Marte.
La misión tenía planificado un despegue de prueba, sin nadie a bordo, para este mismo lunes a las 9 de la mañana, sin embargo, horas después de su lanzamiento estimativo, la compañía anunció la suspensión.
Las primeras justificaciones por el fallido las brindó el propio Musk cuando todavía faltaban 10 minutos para el despegue. “Una válvula presurizadora parece estar congelada, así que a menos que empiece a funcionar pronto, no habrá lanzamiento hoy”, dijo por Twitter, también de su propiedad.
Pese a la advertencia del magnate, la cuenta regresiva de la nave continuó a la espera de novedades. Finalmente, no hubo novedades positivas y, como en las películas, se cortó el countdown cuando faltaban 40 segundos.
Finalmente, llegó la confirmación por el mismo medio: “El equipo se retira de la prueba de vuelo de hoy y trabaja para la próxima oportunidad”.
Antes del anuncio y puesta a punto de la mismión, SpaceX obtuvo el visto bueno de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), así que todo indicaba su viabilidad.
Además, la confirmación llegó después de que en febrero de este año la NASA suspendió a último momento el lanzamiento del cohete Crew-6 producto de un desperfecto técnico.
Cómo es el cohete Starship
La nave espacial Starship y el cohete Super Heavy de SpaceX son denominados en su conjunto Starship.
Representan un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para transportar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita terrestre, la Luna, Marte.
El Starship es una nave de acero inoxidable que tiene 33 motores principales y 16,7 millones de libras de empuje. Dada su fuerza, podría cargar con hasta 250 toneladas y acomodar a 100 personas en un viaje a Marte.
La nave espacial tiene 120 metros de altura — 50 metros la nave superior y 70 la inferior— y podría ser utilizada para lanzar satélites a la órbita terrestre baja, incluidos sus propios Starlinks para el servicio de internet, antes de enviar a una persona.