El langostino se caracteriza por su corto ciclo de vida, su tasa de crecimiento alta y un gran potencial de reproducción. Con esos rasgos, en los últimos años se convirtió en uno de los recursos marítimos más buscados en la industria pesquera a nivel nacional y provincial.
Su importancia en la producción y la cultura bonaerense fue ganando terreno al punto tal de tener su fiesta propia. Puso en la agenda a la Fiesta Provincial del Langostino y el Camarón, en Ingeniero White, Bahía Blanca. Allí, durante cuatro días, miles de personas disfrutan de paellas imponentes, shows masivos y muestras de la especialidad en cuestión.
A lo largo de los últimos tres años, la provincia de Buenos Aires aumentó exponencialmente las cantidades de langostinos descargados en los puertos bonaerenses. Con Bahía Blanca y Mar del Plata como los principales actores, durante 2021 se descargaron 706 toneladas, mientras que en 2022 el monto se elevó a 829 toneladas. En lo que va de 2023 ya se registraron 1.038 toneladas, contando sólo hasta el 28 de marzo. “Sin duda, la política más importante que hicimos y que permitió que los desembarques de langostino crecieran en la Provincia, es la modificación del 'by catch' de langostinos, aumentándolo del 10% al 20%”, le dijo el ministro de Agricultura, Javier Rodríguez, a BuenosAires/12.
El término “by catch” hace referencia a las especies capturadas sin intención, es decir, aquellas que no son el objetivo principal de quien sale a navegar. Cuando un barco pesquero dedicado a las merluzas, por ejemplo, sale a trabajar, la deficiencia en la tecnología de las redes condiciona la selectividad de la especie buscada. Las redes, así como las trampas y demás dispositivos de captura, agarran sin intención variadas cantidades de langostinos, y esto es finamente controlado por un ente superior.
El recurso bonaerense
Todo lo referido a la pesca del langostino y de las diversas especies que se encuentran en el mar, su política pesquera, las investigaciones, la planificación del desarrollo, el establecimiento de las cantidades de captura permitidas, la entrega y aprobación de los permisos, las pautas de coparticipación con el Fondo Nacional, los derechos de extracción y los cánones por el ejercicio mismo, se organiza a través del Consejo Federal Pesquero (CFP). Creado por el Régimen Federal de Pesca, está integrado por representantes de las cinco provincias con litoral marítimo: Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. A ellos se les suman cinco representantes del Estado Nacional. Esto se debe a que el recurso no se encuentra dentro del área marítima de 12 millas de jurisdicción provincial, sino que pertenece al territorio de aguas nacionales, dentro de las 200 millas de la zona económica exclusiva de la Argentina.
A través del CFP, la Provincia de Buenos Aires logró habilitar la suba de langostinos mencionada por el ministro Rodríguez, que significó un techo del 20% de cargamento para los barcos fresqueros. “Los barcos fresqueros marplatenses y de Bahía Blanca que vayan a pescar al norte del paralelo 41º sur, que es donde se ubica el recurso en esta época del año, podrán capturar un 20% de langostinos. Los fresqueros tienen esa disponibilidad desde enero hasta mediados de abril", explican desde la cartera provincial. "En cuanto al control, cuando los barcos llegan al puerto, al ser aguas nacionales, realizan la declaración los armadores y capitanes de la descarga y eso va a Fiscalización de jurisdicción nacional”, explica la licenciada Carla Seain.
Subsecretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca y representante bonaerense en el Consejo Federal Pesquero, Seain es la primera mujer de la historia que representa a la Provincia en el CFP. Pese a que no llega de la mano de las empresas pesqueras, hace 20 años que trabaja en el área de la economía agroalimentaria. “La diferencia que tiene la pesquería, es que administrás un recurso que es de todos los argentinos", asegura, y agrega: "La responsabilidad del que pesca es poner los marineros, las redes, los barcos, el gasoil y todo lo que implica salir al agua, pero lo que se extrae es de todos y todas”. Advierte que "uno nunca sabe dónde va a estar el langostino".
A diferencia de Buenos Aires, hay provincias como Chubut y Santa Cruz que sí pescan dentro de sus 12 millas de jurisdicción provincial, debido a que allí se da la reproducción del langostino. Esto genera que los pesqueros que navegan esa zona cuenten con una abundancia desmedida en comparación con la que cuentan los barcos bonaerenses.
Al resaltar que “lo importante es cómo se administra este recurso”, Seain aseguró que “la rentabilidad del langostino es muy grande”. “Comparado con el variado costero, el langostino es ‘la joya de la abuela’. Por eso, lo que captura la flota chubutense es tan grande que lo que sucede es que absorbe por poder económico al resto de la flota bonaerense, que puede readaptarse e ir a los langostinos. Esa es una problemática, una tendencia que tratamos de frenar, pero en términos generales, económicos y empresariales, es una concentración que sucede en mayor o menor grado según las políticas que tomemos desde el Consejo”, señaló.
Tras destacar que “el langostino es muy variable en términos de reproducción”, la licenciada Seain señala: “Una de las cuestiones que veníamos trabajando en el Consejo es la de frenar la incorporación de buques salmoneros congeladores, cuya pesca es dirigida exclusivamente al langostino durante la primera parte del año. Esto permite que, en la zona donde están las hembras impregnadas, éstas no dejen su hogar e incrementen la masa reproductiva. Esto se ve efectivamente en los resultados por los volúmenes que se pueden capturar, al menos, en el norte del paralelo 41º sur”.
Como describe Seain, detener la explotación magnificada de los langostinos generaría que el crustáceo se adapte dentro de las profundidades y “vaya subiendo” a lo largo del mapa, lo que puede generar que, dentro de las jurisdicciones marítimas de la provincia de Buenos Aires, aparezcan pequeños bancos de langostinos. “La posibilidad existe, pero depende del manejo a largo plazo y de la evolución para ver si efectivamente se cumple con ese rol”, subrayó la funcionaria.
Si bien todas las decisiones pasan por el conjunto del Consejo Federal Pesquero, Seain destacó la injerencia que tiene la Provincia de Buenos Aires en el organismo. “Haber aumentado al 20% el by catch de langostinos va a impactar muchísimo en Buenos Aires. Nosotros lo pedimos y el Consejo nos acompañó en esa solicitud entendiendo que era una pavada que fuese solo el 10%, porque era una lástima desperdiciar recursos, Si hay langostinos en el agua que se pueden capturar y no afectan a la reproducción, por qué no hacerlo.”
Según pudo constatar este diario a través de un productor pesquero marplantense que pidió el “off”, al haber un porcentaje tan bajo de “by catch” de langostinos, “lo que terminaba pasando era que el langostino se ingresaba sin declarar”. Por lo tanto, el aumento del porcentaje aclara las cuentas y minimiza las evasiones.
Cuando se busca obtener datos económicos concretos, acceder a los números exactos que representa el langostino dentro de la Provincia es como navegar sin brújula. Cada actor consultado por este diario pudo brindar acercamientos, pero ninguna certeza. La producción pesquera –en su totalidad, y no solo el langostino- es una industria en la cual los números parecen ser borroneados y enturbiados por la sal del océano. La infinidad de limitaciones establecidas por las autoridades no van de la mano con las sumas capturadas en las redes, lo que genera pozos ciegos y mucha producción en negro.
Según los datos que se pudieron constatar, en 2021 el langostino figuró como la principal especie exportada a nivel nacional, representando el 32% del porcentaje total, un 17% más que en 2020. Las 165.507 toneladas obtenidas representaron ingresos por 1.197 millones de dólares. Teniendo en cuenta el significado de la pesca bonaerense, cuyos desembarques representan el 51,63% de los desembarques nacionales, se estima que las 21.793 toneladas de langostinos capturadas en 2022 redondearon ingresos por 200 millones de dólares para la Provincia. En cuanto al langostino en particular, la pesca del crustáceo representa el 5,34% del total de la captura provincial, la cual -contando todas las especies- alcanzó las 408.076,40 toneladas en 2022. A su vez, Mar del Plata se posiciona como el puerto con mayor participación, con el 93,58% de la provincia
La fiscalización
Otro de los puntos destacados por la representante bonaerense dentro del Consejo Federal Pesquero tiene que ver con el procesamiento del langostino una vez que fue extraído del agua. Mientras se trabaja sobre el tema en coordinación con la Dirección de Coordinación y Fiscalización Pesquera, la funcionaria destaca una especial atención "sobre en qué planta se realiza y la cantidad de empleos que genera".
"Chequeamos las declaraciones de los partes de pesca y se brinda la trazabilidad del pescado capturado, desde que se desembarca hasta que llega a las plantas y de ahí a la exportación. El que no puede certificar está en un grave problema, esto genera quitas de regularizaciones muy fuertes”, destacó Seain, que también puso el acento en el trabajo en conjunto con la Nación. "Si bien la Provincia de Buenos Aires tiene su sistema de desembarque, trabajar con Nación permite dar la trazabilidad a la pesquería bonaerense en aguas nacionales”.
Al ser consultada sobre los vaivenes que se generan al representar a un sector en donde confluyen tantos intereses como en el pesquero, Seain afirmó que, si bien "ningún ambiente es simple de gestionar", la pesca tiene una característica diferencial con otros ambientes productivos como la ganadería o la agricultura. "Lo que deja de capturar uno es un derecho que puede asumir el otro y eso, a veces, genera celos y egos que de vez en cuando no permiten construir”, explicó.
Los desafíos
Mirando el horizonte, la Provincia de Buenos Aires trabaja junto al Consejo Federal Pesquero para obtener una cuota social que le permita trabajar con las descargas y los procesamientos de los langostinos en la Provincia de Buenos Aires, algo que ya ocurre en Santa Cruz y Chubut. Si bien hace años que se insiste en esa cuestión, diversas internas del ámbito pesquero provincial imposibilitaron la obtención de la cuota meses atrás.
La expectativa central se concentra alrededor de los altos niveles de empleo dentro del territorio bonaerense, que impulsaría un salto de esas características. En el caso del Mar del Plata, por ejemplo, el ascenso del desempleo que registró la ciudad sería compensado en parte con el trabajo de la industria pesquera de los frigoríficos de Barrio Puerto.
“El trabajo que genera descabezar y pelar langostino fresco es una alternativa que permitió durante el 2020 hacer frente a la aguda crisis de empleo que atraviesa Mar del Plata. Como para tomar dimensión de la importancia de la creación de fuentes de trabajo a partir de la captura de langostinos y su consiguiente agregado de valor, para una tonelada de filet de merluza se necesitan aproximadamente unas 40 personas, mientras que, para una tonelada de langostino, como mínimo se requieren 125 obreros”, indicaron desde la Subsecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
“El langostino puede aportar soluciones a las urgentes necesidades de empleo que tiene Mar del Plata, porque puede ser el motor que recupere a la industria pesquera que se sostiene en el aparato instalado en tierra y activar cientos de puestos de empleo que hoy estarían perdidos con la falta de rentabilidad que exhiben en algunos momentos la merluza hubbsi y el variado costero, que son, por volumen, el principal recurso pesquero del caladero nacional” sentenció Seain.