Este domingo se inauguró el calendario electoral en las provincias argentinas con los triunfos del senador nacional Alberto Weretilneck en Río Negro (que será gobernador por tercera vez) y de Rolando Figueroa en Neuquén, quien hizo historia al superar al candidato del oficialismo provincial del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Marcos Koopmann, y terminar con la hegemonía de esa fuerza política después de 60 años.
En diálogo con AM750, la politóloga María Esperanza Casullo analizó los resultados en ambas provincias patagónicas.
Rolando Figueroa, un díscolo no tan díscolo
Entre 2015 y 2019, durante el primer período del gobernador saliente, Omar Gutiérrez, el candidato electo este domingo ejerció el rol de vicegobernador. Surgido del riñón del Movimiento Popular Nequino, Rolando Figueroa es, además, diputado nacional por esa fuerza, cargo que vence en diciembre de 2023, cuando deba asumir la jefatura provincial.
Consultada en Aquí, allá y en todas partes por su figura, Casullo aseguró que no le sorprendió la victoria de Figueroa. "Lo que venía notando en las últimas semanas, tanto en conocidos míos como en las distintas encuestas, es que gente de un espectro político muy grande decía que iba a votar por él. Desde votantes convencidos kirchneristas hasta gente del macrismo. Ahí me dio una sensación de que la apuesta de construir esta especie de alianza iba a dar resultados”, explicó, en referencia al armado político amplio que construyó Figueroa, que recibió apoyos de sectores ligados al Movimiento Evita y el peronismo, la UCR y el PRO.
Sobre la estrategia de no nacionalizar la elección durante la campaña, Casullo hizo hincapié en que es un recurso que utilizó el MPN históricamente en la provincia. "El Movimiento Popular Neuquino siempre buscó provincializar al máximo la elección y ser prescindente de los conflictos nacionales y plantear una identidad basada en la defensa de los recursos y la identidad neuquina", señaló la Doctora en ciencia política de la Universidad de Georgetown y profesora regular de la Universidad Nacional de Río Negro.
"¿Qué va a hacer Figueroa en el gobierno? Eso está también muy abierto, porque su estrategia de campaña se basó en personalizar la elección. Si ves los afiches de campaña de esta última etapa, lo único que tienen es que aparece su foto y la palabra ‘Rolo’ muy grande. Entonces, no creo que pueda haber diferencias centrales con respecto al gobierno actual, en temas como Vaca Muerta, por ejemplo", agregó.
Sin embargó, marcó algunas posibles diferencias que puede imprimirle Figueroa a la gestión. "Él desde hace años viene hablando de que el MPN venía un poco lento en la gestión, con mucho continuismo y con la necesidad de generar nuevas políticas en salud, educación y vivienda. Pero no hay precisiones aún de cuál va a ser la agenda del nuevo gobierno”, destacó.
La apuesta conciliadora de Weretilneck
"El triunfo de Alberto Weretilneck en Río Negro fue grande, en medio de un año de crisis económica y en el que, como vimos en Neuquén, es bastante fácil explotar el sentimiento contra el gobierno nacional. Es cierto que las encuestas decían que iba a sacar más del 50% de los votos y que no llegó a eso, pero aún así sacó una gran diferencia, no fue poca cosa", destacó Casullo sobre la victoria del senador de Juntos Somos Río Negro (JSRN), electo gobernador por tercera vez con el 42,1% de los votos.
Y señaló las similitudes entre las dos campañas provinciales. “Las dos fueron elecciones muy personalizadas: ‘Rolo’ en Neuquén, ‘Alberto’ en Río Negro. Ambos rompieron con el discurso de la grieta y terminaron juntando apoyos de sectores muy distintos”, agregó la especialista.
Por último, Casullo hizo hincapié en el discurso que llevó adelante Weretilneck a lo largo de la campaña, y que lo consagró ganador este domingo. “Tuvo un discurso de decir ‘yo tengo soluciones, esto está mal pero vamos a cambiarlo’, sin cosas rimbombantes pero no apostando a la narración de las catástrofes, que creo que se ve mucho en la política argentina hoy en día y cansa un poco a los votantes”, concluyó.
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