El 16 de abril de 1984, con el impulso del militante Carlos Jáuregui, se fundó la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), una organización que tuvo entre sus objetivos iniciales la derogación de los edictos policiales que reprimían la homosexualidad y facultaban a la policía a realizar razzias y detenciones arbitrarias.
A 39 años de este hito, el militante del movimiento LGBT+ Flavio Rapisardi recordó que la CHA "se formó a partir de la confederación de otros grupos preexistentes y fue por un motivo: la represión policial, que ejercía una persecución sistemática".
"En la Ciudad de Buenos Aires utilizaban los edictos y en las provincias, los códigos contravencionales, que terminaron de derogarse recién en 2016", explicó en diálogo con AM750.
Consultado sobre qué es lo que más "valora" de estos años de lucha en la comunidad, Rapisardi dijo: "Lo más valorable es que se visibilizó que existe una parte de la sociedad que tiene una necesidad, y que allí donde hay una necesidad hay un derecho. Esta visibilización produjo la posibilidad de reconocer derechos".
Sin embargo, el también escritor y periodista lamentó que, aún hoy, "la discriminación exista" en la sociedad, algo que está "últimamente exacerbada por este corrimiento de lo decible que trae la derecha".
"Aunque ahora, cuando se realizan esos insultos, del otro lado se encuentran con un sujeto que responde, organizado, que se moviliza y que lucha", sostuvo.
En el mismo sentido, señaló que se vive "con extrema preocupación" el avance de la derecha en Argentina y el mundo.
"Lo vemos como algo de lo que hay que estar alerta y que el colectivo LGBT también tiene que hacerse cargo; porque no podemos participar -como gays, lesbianas y trans- en opciones políticas de derecha. Si alguien del movimiento LGBT está votando a la derecha, está votando a su propio verdugo", sentenció.
Por último, el militante histórico de la CHA insistió en que "lo mejor que hemos logrado como colectivo es ser visibles".
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