Una ciudad que verdaderamente pueda ser para todxs. Ese es el norte que guía muchas de las articulaciones que se llevan a cabo desde Luzuriaga Club Social (Luzuriaga 348) situado en el barrio de Barracas. Este sábado a las 20 se proyectará allí por primera vez la obra audiovisual póstuma del arquitecto Alberto Boselli –un documental titulado justamente Barracas– que forma parte del colectivo Memoria Visual de Buenos Aires (MVBA - FADU/UBA), un proyecto que viene pensando la relación entre cine y ciudad hace más de 35 años. Además, se estrenará la muestra “Ilustro para no olvidar” a cargo de la arquitecta Natalia Karbabian, con una serie de dibujos en tinta negra, coloreados con acuarelas o en formato digital que registran construcciones centenarias en vías de extinción, y también participarán de la jornada los músicos Martín Schober y Luis Sampaoli.
Mónica Szalkowicz, titular de Luzuriaga Club Social, anticipa que este sábado habrá un corte de calles con mesitas para que quienes asistan puedan tomar o comer algo rico a precios populares, ver el documental, disfrutar de la exposición y escuchar música en una velada que comenzará a las 20 y se extenderá hasta la medianoche. “En estos documentales de MVBA se pueden ver las grietas y el proceso a través del cual en zonas como Barracas el patrimonio cultural ha sido aniquilado por los gobiernos que tenemos en Ciudad. Acá hay un gran tema que es la autopista: en Barracas podemos ver la misma grieta que tenemos en el país, entonces hay una parte ‘concheta’ en Montes de Oca y el resto queda segregado. Es casi como si hubiera una muralla y este documental muestra ese fenómeno. El sur hoy está totalmente marginado del resto, y se elige a dedo qué zonas incluir y cuáles no”, explica Szalkowicz.
El proyecto de investigación MVBA fue fundado por los arquitectos Alberto Boselli y Graciela Raponi hace más de tres décadas, en el marco de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Ignacio Boselli, hijo de los fundadores, explica que el objetivo principal era “desarrollar una praxis que uniera dos campos: el cine y la ciudad, lo cual dio como resultado una serie de piezas audiovisuales documentales que narran la génesis y la transformación urbana de la ciudad de Buenos Aires”.
En sus inicios el proyecto estaba integrado esencialmente por arquitectos e historiadores urbanos con el foco puesto en lo artesanal y analógico (dibujos, planos, fotos, mapas, cartografías, collages); más tarde, con la incorporación de especialistas en cine argentino y diseñadores de imagen y sonido, las nuevas generaciones fueron sumando el elemento digital (animaciones, maquetas 3D, piezas audiovisuales). En ambas etapas la premisa siempre fue navegar entre pasado y presente para mostrar los cambios en la morfología urbana y recorrer los sitios más emblemáticos de la ciudad. En estos años el proyecto se expandió por distintas zonas: el mapa incluye el Casco Fundacional, Plaza de Mayo, Retiro, La Boca, Riachuelo, Recoleta, Palermo, Costanera Sur y Norte, Barrancas de Belgrano, Montserrat, San Nicolás, Constitución. “En 2019 se empezó a trabajar con Barracas, en 2020 el proceso se vio interrumpido por la pandemia, en 2021 falleció mi papá y en 2022 el equipo de investigación que integramos con Graciela Raponi, Diego Cortese, Patricia Flores y Juan Ortiz decide continuar el proyecto que se estrenará este sábado en Luzuriaga –cuenta Boselli–. La idea es que los vecinos y vecinas se acerquen, habrá un espectáculo musical y una serie de actividades para que podamos compartir al aire libre. Esperemos que el clima nos acompañe”.
La referente de Luzuriaga asegura que “Barracas tiene un acervo cultural impresionante” y menciona filmaciones históricas como Sur de Fernando “Pino” Solanas o Gatica, el mono de Leonardo Favio. Sin embargo, aclara que “si uno se mete en el Google Maps del Gobierno de la Ciudad, el barrio aparece identificado como ‘zona peligrosa’ y no lo es. Estas nuevas reglamentaciones urbanas tienen la intención de cambiar toda la visión de la ciudad. El documental muestra eso y es paradójico porque en otros países es exactamente al revés: el patrimonio urbano se cuida y los edificios históricos no se demuelen. Acá los tiran abajo para hacer una torre”.
“Como centro cultural independiente intentamos integrarnos al barrio con todo lo que ofrece y también con las dificultades que eso implica porque hay muchas barreras urbanas. Al no ser una zona residencial desde sus orígenes, aunque de a poco se va residencializando, la integración entre los vecinos se hace difícil”, explica Szalkowicz, y señala que la Comuna 4 presenta ciertas particularidades que preocupan: “acá la esperanza de vida es más baja que en cualquier otro lugar de la ciudad. Hace unos años era más baja y eso tiene que ver con la tasa de mortalidad infantil. Hay un gran nivel de vulnerabilidad y el Gobierno de la Ciudad no hace nada para revertirlo. Es una ciudad para pocos”.
Datos recientes indican que mientras en el barrio de Belgrano se registraron 3 muertes por cada mil nacidos vivos, en la Comuna 4 (que incluye Barracas, Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios) se contabilizaron 7,8. Szalkowicz asegura que desde Luzuriaga intentan armar redes con otros espacios y actores sociales como el Hospital Moyano, el barrio Estación Buenos Aires o Peronismo por la Ciudad Cultural, que acompaña este evento. También señala la estigmatización que sufren en los medios, ya que “de lo único que se habla es de las villas; existe eso pero también lo otro”. Entre esas otras cosas figura un acervo cultural de gran riqueza que lxs vecinxs podrán conocer y compartir este sábado en el espacio público de la mano de Memoria Visual de Buenos Aires.
* Barracas se proyectará este sábado a las 20 en Luzuriaga Club Social (Luzuriaga 348). También habrá música y una muestra de dibujos.