El estado de Florida prohibió este miércoles la enseñanza de temas vinculados a la orientación sexual y la identidad de género en todos los cursos escolares y extendió, de esta manera, una ley impulsada el año pasado por el gobernador republicano, Ron DeSantis, que quiere postularse a presidente de los Estados Unidos.
La Junta Educativa aprobó una nueva reglamentación que estipula que las escuelas públicas "no proporcionarán intencionadamente instrucción sobre orientación sexual o identidad de género" desde preescolar hasta el último año de la secundaria.
De esta manera, la única forma de enseñar sobre esos temas es que las clases sean "requeridas por las normas académicas estatales", que no es el caso de Florida. O bien, que "formen parte de un curso sobre salud reproductiva" del que los padres pueden retirar a sus hijos del mismo.
Los profesores que incumplan la norma podrían ver suspendidas o revocadas sus licencias de educadores.
Rechazo de la comunidad LGBTIQ+ y de Disney
La nueva norma generó indignación en grupos que defienden los derechos de la comunidad LGBTIQ+, como la organización Equality Florida."Digámoslo claramente: esto forma parte del ataque del gobernador a la libertad. Los estados libres no prohíben los libros. Los estados libres no censuran a comunidades enteras fuera de las aulas. Los estados libres no declaran la guerra a las personas LGBTQ para ganar puntos políticos baratos para un hombre desesperado por ser presidente", señaló el grupo en una cuenta de Twitter, en referencia a la posibilidad de que DeSantis se convierta en el candidato republicano a la presidencia en 2024.
También agregío: "Esta política intensificará la censura gubernamental que barre nuestro estado, exacerbará nuestro éxodo de educadores, expulsará a las familias trabajadoras de Florida y estigmatizará y aislará aún más a una población de jóvenes que necesitan nuestro apoyo ahora más que nunca".
"Debería darle vergüenza a la administración DeSantis poner un blanco en la espalda de los floridanos LGBTQ", añadió.
La nueva medida endurece el alcance de la ley del año pasado, apodada "No digas gay", que se aplicaba a los alumnos desde preescolar hasta tercer grado.
DeSantis convirtió ese texto en una de las leyes emblemáticas de su batalla cultural contra políticos, profesores y empresas a los que acusa de querer imponer su ideología "progresista" ("woke", en inglés) a los demás.
Los cuestionamientos a esta ley por parte de Disney llevaron a que la compañía entrara en un conflicto con el gobernador, que en abril de 2022 firmó una ley para suprimir el distrito especial de Disney, ubicado alrededor de su parque temático en Orlando, que había sido administrado por la firma ininterrumpidamente durante 55 años de existencia.
Esta semana, DeSantis escaló el conflicto con la empresa de entretenimiento y sugirió la posibilidad de construir una prisión al lado del complejo e parques o, incluso, hacer parque rival. La expresión tiene lugar en medio de los intentos del gobernador por aumentar el control estatal sobre el status de distrito fiscal especial que tiene la compañía.