Los homicidios dolosos (asesinatos cometidos con intención de matar) registraron una baja en la provincia de Buenos Aires entre 2021 y 2022, según informaciones del Ministerio Público Fiscal a cargo del procurador Julio Conte Grand, un dirigente del PRO que llegó al cargo de la mano de María Eugenia Vidal. La reducción fue de un 10 por ciento. Pasó de 797 asesinatos a 716. Y si la comparación se hace con el 2018, bajó un 27,1 por ciento.
La cifra es homogénea con la de los grandes centros poblados. En la Gobernación bonaerense funcionarios consultados por este diario estaban satisfechos con la reducción del 9,1 por ciento en los homicidios dolosos en el Conurbano, La Plata y Mar del Plata.
El otro número resaltado fue la caída de un 40,5 por ciento de los homicidios en ocasión de robo, según surge de los expedientes iniciados en las investigaciones penales preparatorias de los fiscales (IPP, en la jerga de la Justicia).
Esas IPP son las que toma la Procuración de Conte Grand. Los números son significativos porque nadie puede reprocharle a Conte Grand garantismo ni kirchnerismo, o cercanía con Axel Kicillof, Sergio Berni o Aníbal Fernández.
En el mundo el sismógrafo del delito se basa sobre todo en el registro del homicidio doloso, y en la proporción de este tipo de crímenes cada 100 mil habitantes.
Según el Sistema Nacional de Información Criminal, que a su vez toma cifras del Ministerio Público Fiscal bonaerense, en la Provincia el año más sangriento fue el 2002: 1970 homicidios dolosos. O sea, 14 homicidios cada 100 mil habitantes. Luego de una caída a 7,2, 6,2 y 5,5 en 2004, 2005 y 2006, el índice escaló en 2014 a 9,5 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes. En 2016 bajó a 6,7, en 2017 a 6,1 y en 2018 a 6. En 2019 volvió a descender un escalón significativo y llegó a 5,5. Fue de 5,4 en 2020, de 4,7 en 2021 y de 4,3 en 2022.
Contra el sentido común más extendido, que atribuye como móvil principal del homicidio doloso al robo, las estadísticas vuelven a confirmar que se trata de una creencia errónea.
El 15,9 de los asesinatos fue cometido en el contexto de un robo, frente a un universo mayor con otros móviles: el 23,7 por ciento fue ejecutado por los llamados “conflictos interpersonales” (y abarcan desde familiares hasta vecinos, pasando por una amplia gama), el 11,3 por ciento por femicidio y el 7,1 por ciento por violencia intrafamiliar. Hay motivaciones indeterminadas, también, que alcanzan el 18,6 por ciento.
En el caso de las víctimas mujeres la diferencia es notoria. El 63,1 por ciento murieron por femicidio. El 10,8 por ciento de los asesinatos fue en medio de un robo.
El Ministerio Público Fiscal también hizo una distinción por el lugar donde fueron consumados los homicidios. El 60,2 por ciento en la vía pública. El 29,3 por ciento, en casas.
Al discriminar por el medio utilizado las armas de fuego ocupan el 56,3 por ciento.
Al separar los homicidios dolosos por horario, predomina la noche, entre las 20 y las 6, con el 53,2 por ciento de los casos.
Además del informe sobre homicidios dolosos, el Ministerio Público Fiscal elaboró cuadros comparativos generales para verificar la diferencia entre lo ocurrido en 2021 y lo que pasó en 2022.
En la categoría de delitos contra la propiedad se registra un aumento del 11,6 por ciento en los hurtos (es decir, un delito sin violencia contra el propietario) y un crecimiento del 32 por ciento en el hurto de vehículos en la vía pública.
El robo también subió, pero en menor porcentaje: un 4,3 por ciento.
En cuanto al robo agravado con uso de arma, descendió un 1,8 por ciento.
Hubo 15 casos denunciados de secuestro extorsivo en cada uno de los dos años.
Y en el rubro “otros delitos contra la propiedad” la suba fue del 16 por ciento.
Conviene recordar siempre, en el análisis de cualquier mapa del delito, que hay solo dos tipos de crimen en los que la denuncia o el registro llegan a la casi totalidad: el homicidio y el robo de autos. Lo primero por intervención de autoridades policiales o personal de salud y lo segundo porque sin denuncia no hay cobro de seguro.
Otro de los lugares comunes que pulveriza el informe es la supuesta participación protagónica de menores de edad. Señala el texto: “En las 639 IPP en las que se identificó autoría, se registraron 1.039 imputados/sindicados por delitos de homicidios dolosos cometidos, lo que genera una relación promedio de 1,63 imputados/sindicados por IPP en las que se consignan datos de los mismos. De estos, el 91,8 por ciento corresponde a mayores de edad mientras que el 8,2 por ciento restante a menores de edad. A su vez, se determinó que 93,0 por ciento de los imputados/sindicados son de sexo masculino”.
Ese porcentaje de menores de edad corresponde a todos los homicidios dolosos y no solo al robo.