El candidato radical a presidente Gerardo Morales siguió repartiendo munición gruesa hacia sus aliados internos. Manifestó que la frase de Mauricio Macri de que hay que "casi dinamitar" el país es efectista y volvió a decir que el diputado libertario Javier Milei es un "desquiciado". Ante empresarios en el encuentro en el Llao Llao, el gobernador de Jujuy prometió que buscará "bajar el costo laboral" en caso de ser electo mandatario. Con el objetivo de ordenar la tropa, el titular de la UCR también estuvo al frente de un encuentro de la mesa nacional del partido donde analizaron la estrategia electoral para este año.
En sintonía con el resto de los precandidatos de Juntos por el Cambio, Morales participó del mitin convocado por el establishment en Bariloche. Desde allí, dijo que el planteo del expresidente de que hay que "casi dinamitar todo" no es más que "expresiones efectistas, pero después está la realidad". "Hay que ser reformistas. Hay que ser transgresor en las reformas, pero dinamitar todo no. No queremos lo que nos pasó entre 2015 y 2019. Hay una experiencia", agregó y recordó la crisis económica con la que terminó Macri su único mandato.
De paso aprovechó el convite para repetir su posición en torno a sumar o no a Milei a una alianza: "Milei es un desquiciado y le haría muy mal al país. Dios quiera que eso no pase, es un loco. Un personaje muy complicado pero es un loco suelto".
Ante el círculo rojo, el candidato a jefe de Estado explicó sus principales planes si llega al Sillón de Rivadavia: "Vamos a bajar el costo laboral y la presión fiscal a la micro y pequeña empresa porque a partir de allí ellas van a ser el ancla para blanquear la economía formal", indicó. Asimismo, Morales afirmó que va a tomar "medidas duras en lo inmediato", que tienen que ver con "restablecer el orden: orden en la economía, en las cuentas públicas, hay que ordenar de inmediato, tenemos programa monetario, financiero, hay allí un camino, y allí están las medidas más impactantes que hay que tomar".
Para mostrar capacidad de gestión, vendió su experiencia como gobernante con prisión a Milagro Sala incluida: "Yo ordené Jujuy sin derramar una gota de sangre. No hay cortes de ruta, terminé con el Estado paralelo, la corrupción está presa y lo hicimos con la ley y la constitución". Decidió omitir algunos hechos, como el cambio repentino de la Corte Suprema provincial, la persecución política a dirigentes opositores o las denuncias por el aumento de la violencia institucional, entre otras cuestiones que se le critican.
Respecto a la feroz interna en Juntos por el Cambio, Morales también le aseguró a los empresarios que no habrá ruptura: "Hay situaciones que se van a resolver, van a transcurrir las PASO y vamos a estar más unidos que nunca". Las últimas semanas no parecen acompañar ese pronóstico.
Alinear la tropa radical
Por la tarde, Morales se reunió con el Comité Nacional de la UCR para analizar la situación del país: esto incluyó los índices de pobreza, los brotes del dengue y un item que lleva el nombre de Milei por todos lados: “El deterioro del debate democrático por el incremento de la polarización y la violencia verbal”. En paralelo, por supuesto, analizaron la situación de la coalición.
En ese marco, propusieron un programa "económico fuerte" sin "sangre ni dinamita" y "sin histeria ni salidas perturbadas, delirantes e irreversibles". Esas fueron las palabras del documento difundido por el partido centenario tras el encuentro, apuntando directamente a Javier Milei y al ala radicalizada del PRO. "En medio de las crisis aparecen los desquiciados, los extremistas que prometen dolarizar para licuar los salarios, que sostienen que los órganos pueden comercializarse como un paquete de azúcar", esgrimieron. Junto a Morales estuvieron el senador y precandidato a jefe de Gobierno porteño, Martín Lousteau, además de los integrantes de la mesa chica.
Aunque Morales y el radicalismo miren desde afuera la interna del PRO, no dejan de jugar a favor del jefe de Gobierno. Entre los ejes de Macri-Bullrich y el de Larreta, Morales se ubica claramente más cerca de este último. Incluso, ambos mencionaron la posibilidad de integrar una fórmula, posibilidad que por ahora no se concretó. Lo cierto es que la mayoría de las discusiones suelen dejarlos del mismo lado: cuando Larreta anunció las elecciones concurrentes en la Ciudad, Morales lo apoyó. Cuando resurgió la discusión sobre Milei, ambos quedaron del lado de los que rechazan un acercamiento con el candidato de la Libertad Avanza.
Habrá que ver si esa suerte de funcionamiento en bloque con Larreta luego se convierte en otra cosa, de cara a las PASO que se vienen en agosto y que prometen no ser nada tranquilas.