Con el propósito de realizar un aporte a la lucha contra el cambio climático, la agencia espacial estadounidense NASA lanzó un pequeño dispositivo que monitoreará la calidad y el grado de contaminación del aire una vez por hora en Estados Unidos.
El instrumento de monitoreo de contaminación por emisiones troposféricas (TEMPO, por sus siglas en inglés), que despegó junto a un satélite de comunicaciones comerciales desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Estados Unidos, orbitará a la misma velocidad en la que rota la Tierra, por lo que estará en un punto fijo sobre el Ecuador, desde donde escaneará las condiciones del aire.
El dispositivo, que fue construído por Ball Aerospace, tiene el tamaño de un lavavajillas o un lavarropas pequeño y cuenta con una mayor frecuencia y detalle que instrumentos espaciales anteriores. Viajará a bordo del satélite Intelsat 40E construido por la empresa Maxar.
Según explicó Barry Lefer, científico del programa de la agencia espacial, TEMPO puede llegar a ser “útil para el público en general”, para “los epidemiólogos que quieran estudiar los impactos de la contaminación del aire en la salud” y para “informar a los legisladores”. Un dato no menor ya que —de acuerdo a información brindada por la NASA— más del 40% de los estadounidenses viven y respiran en áreas con mala calidad del aire.
Cómo funcionará TEMPO, el nuevo instrumento de la NASA
De acuerdo a la información de la agencia espacial, TEMPO medirá la luz solar reflejada por la superficie de la Tierra y por los gases y partículas en la atmósfera. Esa luz reflejada se proyecta en un espectrómetro que la separa en diferentes longitudes de onda, donde podrán observarse tres tipos de contaminantes principales: dióxido de nitrógeno, formaldehído y ozono.
El primero, es un “gas nocivo” liberado por la quema de combustible que “puede causar dificultades para respirar y exacerbar el asma”; el segundo, es un subproducto de la descomposición de los compuestos orgánicos volátiles en la pintura, el pegamento y la gasolina y puede producir “desde irritación de los ojos hasta el cáncer”.
Por último, el ozono, que en la atmósfera protege a la Tierra de los ratos ultravioletas del Sol, a nivel del suelo “es uno de los componente principales del esmog y es perjudicial para la vegetación y la salud humana”, afirma la NASA.
El espectrómetro de TEMPO podrá separar la medición de cada uno de estos gases, que tienen señales únicas, para que los científicos puedan estudiarlos.
“Lo mejor de TEMPO es que, por primera vez, podremos tomar mediciones sobre Norteamérica una vez por hora”, dijo Caroline Nowlan, física atmosférica del Observatorio Astrofísico Smithsonian, que forma parte del Centro de Astrofísica de Harvard y el Instituto Smithsonian en Cambridge, Massachusetts. “Seremos capaces de ver lo que sucede todo el tiempo mientras alumbra el Sol”, agregó.