A medida que Javier Milei sube en las encuestas, algunas de sus propuestas empiezan a tomarse en serio. Una de ellas es la dolarización que fue analizada por diversas consultoras y analistas con peso en el establishment. La conclusión general, más allá de los matices de cada analista, fue que dado el bajo nivel de reservas con que cuenta el Banco Central y que es poco probable que el futuro Presidente reciba préstamos en gran escala, la dolarización sólo sería posible luego de una impresionante megadevaluación que licúe fuertemente el valor en divisas de las tenencias en pesos de los ahorristas.

La respuesta del candidato ultraliberal respecto a qué valor del tipo de cambio se precisa para dolarizar fue bastante esquiva. Por las redes sociales indicó que los críticos a la dolarización mostraban “desconocimiento del balance del Banco Central”, “impericia para derivar la demanda de dinero en equilibrio estático y dinámico”, “ignorancia del rol de la condición de transversalidad” y “nula lógica del mercado”. También se escondió en supuestos tecnicismos académicos en su exposición en el Llao Llao para evitar hablar de la viabilidad de su plan dolarizador frente a los empresarios del círculo rojo.

“Desconocimiento del balance del Banco Central” no es un argumento válido para quien acusa permanentemente a la autoridad monetaria de emitir moneda y títulos a mansalva sin respaldo en reservas. Justamente la fuerte devaluación requerida para dolarizar nace de esa relación entre escasos dólares y abundantes pasivos en pesos de la banca central. 

La “impericia para derivar la demanda de dinero en equilibrio estático y dinámico” pasa de lado que la estimación de la demanda de dinero por parte de los economistas ha sido sumamente compleja en todo el mundo (llegando en algunos casos a la conclusión de que es sumamente inestable y, por ende, inestimable), y mucho más en una economía con elevada volatilidad e incertidumbre como la argentina. Por otro lado, estimar la demanda de dinero tras un cambio de régimen monetario como es la dolarización es directamente imposible, por lo que cae en el mundo de las conjeturas.

Hablar de “ignorancia del rol de la condición de transversalidad” carece de sentido ya que se trata de una “condición” impuesta en algunos modelos teóricos matemáticos para evitar senderos dinámicos explosivos. Es decir, no se trata de una realidad económica sino de una condición teórica para que, por ejemplo, el valor del dólar no tienda a infinito cuando Milei intente dolarizar. Entonces si en la realidad económica argentina no se cumple ese supuesto teórico (y hay mucho para sospechar que así es), el dólar podría volar por las nubes. De paso, vale señalar que algunos modelos de burbujas financieras indican que puede haber un sendero inestable aún si se cumple la “condición de transversalidad”. Por otro lado, la condición de transversalidad de la demanda de dinero en un modelo teórico de dolarización sin reservas internacionales podría cumplirse luego de que una hiperinflación lleve cerca de cero el valor en dólares de los ingresos y ahorros de los argentin@s.

@AndresAsiain