Edson Hurtado nos sumerge en las entrañas de la cultura boliviana, rememora hechos históricos, describe ciudades, pueblos, climas, costumbres y las violencias de ayer y de hoy, en medio de una sociedad particularmente machista, lesbofóbica, homofóbica y transfóbica. Nos invita a dar un paseo por las vivencias de gays, lesbianas y travestis, ese escenario te sorprende cuando te adentras en la lectura de su último libro La Madonna de Sorata. Crónicas de indígenas LGBTIQ+ en Bolivia, editado por Corazón de Perrx.
Con datos minuciosamente corroborados y fiel en su labor de cronista, el autor nos traslada en tiempo y espacio en cada historia, convirtiéndonos en testigxs de las aventuras que encarnan lxs protagonistas de sus historias. Su escritura exhibe los colores, sabores y sonidos de las calles altas y bajas de Bolivia. Son siete historias basadas en hechos reales que transcurren entre finales de los noventa y la actualidad donde narra las peripecias e infortunios que atraviesan gays, lesbianas y mujeres trans de Bolivia para no vivir en la clandestinidad aun cuando salir de ella puede costarles la vida.
El libro es el resultado de la investigación “Indígenas Homosexuales. Un acercamiento a la cosmovisión sobre diversidades sexuales de siete pueblos originarios del Estado Plurinacional de Bolivia (Moxeños, Afrobolivianos, Quechuas, Ayoreos, Guaraníes, Tacanas y Aymaras)” que aparece como anexo en el libro. Entre 2012 y 2013, Hurtado viajó durante seis meses a más de una docena de pueblos indígena-originarios. “Quise mostrar las historias de hermanos y hermanas indígenas LGBTIQ de Bolivia y tratar de esgrimir un abanico que pudiera representar cómo y en qué condiciones siguen viviendo o sobreviviendo, en el mejor de los casos”, explica Edson.
En ese viaje, Hurtado recorrió miles de kilómetros de la geografía boliviana para encontrar las crónicas plasmadas en su libro. Realizó más de 50 entrevistas y cerca de 300 encuestas que le ayudaron a entender la idiosincrasia, las prácticas culturales y la cosmovisión respecto a las diversidades sexuales y las identidades de género de siete pueblos originarios del Estado Plurinacional de Bolivia (Ayoreos, Afrobolivianos, Aymaras, Guaraníes, Moxeños, Tacanas y Quechuas).
Un libro de crónicas y entrevistas que reúne datos históricos, sociales, económicos, políticos y demográficos de distintos territorios. Hurtado nos acerca a historias únicas como la de una chola trans “delicada mariposa aymara que despliega sus alas en las heladas noches de El Alto” o la de dos mineros que se enamoran en medio de la pobreza en la que viven y que es “aún hoy en día, una muestra clara de la mala distribución de la riqueza que existe en el país”.
Nos traslada también a la famosa huelga de trabajadoras sexuales que en 2007 exigieron derechos laborales, a una familia de travestis que le rezan a Santa Nefija, la patrona de las putas y cuidan de una joven mujer trans que se prepara para la calle, a las palliris “mujeres que recolectan, en las afueras de las minas, piedras que aún conservan algo de minerales, un trabajo sacrificado que las enferma y envejece antes de tiempo”, a los encuentros secretos que mantenían dos lesbianas ayoreas y a las andanzas de un gay afroboliviano por boliches clandestinos “en una sociedad con tantos estigmas y prejuicios”.
¿Cómo llegaste a esas historias?
-Por muchas razones, tuve la fortuna de viajar por muchas partes de mi país, desde muy joven. Cuando comencé mi trabajo periodístico y de producción audiovisual, también empecé a escuchar rumores, chismes, comentarios, historias de gente LGBTIQ de los lugares a los que iba o por los que pasaba. Yo anotaba, hacía preguntas y armaba una pequeña historia que me parecía coherente y que creía que más adelante iba a utilizar. Fueron muchas historias que se fueron desarrollando de manera muy natural y cuando ya hice la investigación específica aparecieron otras que terminaron convirtiéndose en las crónicas que tiene el libro.
¿Cómo es ser gay, lesbiana o trans hoy en las comunidades indígenas?
-Ser indígena y LGBTIQ en Bolivia es muy difícil. A eso, podrías sumar otra variable: la pobreza, que hace que la situación de estas personas sea demasiada complicada, que su futuro se vea truncado por el racismo, el clasismo y la discriminación en todas sus facetas. Los hermanos y hermanas indígenas LGBTIQ tienen que enfrentar los prejuicios de sus comunidades, de sus familias y de sus autoridades. Viven atados a los usos y costumbres de sus sociedades, que generalmente tienen un carácter machista, patriarcal y homofóbico. No tienen acceso a información, a la legislación que los protege o instituciones o personas con las que puedan crear un círculo de seguridad y confianza. Por eso la mayoría escapa de sus pueblos, migran a ciudades más grandes, donde puedan desenvolverse, donde se sientan menos perseguidos y en donde encuentran otros elementos para sobrevivir y enfrentarse al mundo.
¿Es posible la aceptación de una sexualidad no heteronormada y de una identidades transgénero dentro de la cosmovisión de la vida indígena?
-Creo que esa aceptación será gradual, y requerirá mucho trabajo de sensibilización en los pueblos y las comunidades indígenas originarias campesinas y el pueblo afroboliviano. Bolivia tiene un andamiaje legislativo bastante amigable con las diversidades sexuales y de género, pero esas leyes, normas o decretos, se han quedado en papel, no han trascendido a la sociedad y la gente no conoce sus derechos y no le importa que un colectivo como el LGBTIQ tenga normas que los protegen y los amparan. En los años noventa se comenzó a hablar de género y derechos de las mujeres y ese ha sido un camino muy largo que aún no ha visto sus frutos. Seguimos siendo una sociedad machista con tasas muy altas de violencia contra las mujeres, así que imagínate cómo estamos los demás. Pienso que es necesario crear una política pública que permita interactuar con los líderes, dirigentes, autoridades comunitarias para comenzar a profundizar en la difusión de derechos humanos y entablar un diálogo con esas premisas ancestrales y esa cosmovisión que tienen los pueblos indígenas.
La Madonna de Sorata. Crónicas de indígenas LGBTIQ+ en Bolivia se presentará en La Tribu Mostra (Lambaré 873 - CABA) el próximo viernes 28 de abril a las 20 hs con la participación de Chana Mamani (Identidad Marrón) y Edson Hurtado.