Los calzoncillos del rey

A comienzos de mayo el rey Carlos caminará desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster para su coronación. Y un dilema atraviesa las conversaciones palaciegas: ¿usará o no pantalones? Es que el antecesor de Carlos, el rey Jorge VI, usó en 1937 un vestuario con medias y calzones de seda hasta la rodilla. Pero nada más. Así, el affaire “The King’s Pant” fue tomado en solfa por el artista Nicholas Allan, autor de un libro para chicos de ese nombre que cuenta la historia de un monarca que tiene demasiados pares de pantalones para elegir. Allan le encontró una vuelta de tuerca al asunto y convocó a un grupo de artistas para que hagan su propia versión de los king's pants. Claro que la palabra “pants” también puede significar “calzoncillos”. El resultado es una serie encantadora de ilustraciones que ya están a la venta en forma de subasta: lo recolectado se destinará a Trussell Trust, un banco de alimentos en el Reino Unido y al Comité de Emergencias para Desastres, que brinda ayuda a las personas afectadas por los terremotos en Siria y Turquía. “La familia real es un gran tema sobre el que escribir, incluso desde la comicidad”, aseguró Allan. “La reina era una figura más bien distante pero Charles invita a que se diviertan con él”. El Garúfalo de Axel Scheffler luce unos pantaloncitos estampados con coronas. Los pantalones de Posy Symmonds son una versión del retrato de coronación de Carlos II de 1661. En el otro extremo, Zoom Rockman se decidió por un retrato del mismísmo Carlos III semidesnudo, con pecho peludo y calzoncillos ceñidos. Este dibujo despertó la atención de alguien que se hizo llamar “Camila Parker Bowles”, que ofertó 75 libras esterlinas por la ilustración. Un portavoz de la reina consorte se negó a realizar comentarios al respecto, aseguraron en The Guardian. Porque cada quien puede llevar sus pants como se le dé la real gana.

Música extraterrestre

Imaginemos un concierto en el que se tañen unas campanas hechas a partir de roca lunar. O unas maracas en las que resuena polvo de la superficie de Marte. ¿A qué suena la música hecha con materiales de fuera de nuestro planeta? Con este interrogantes un grupo heterogéneo de investigadores españoles (especialistas en geología, en ciencias de los materiales, en acústica) se aliaron artistas plásticos y diseñadores de instrumentos se reunieron para crear el proyecto Hypate, un programa que busca crear instrumentos musicales –literalmente– extraterrestres. Campanas y maracas hechas de cerámica, justamente, les ayudarán a responder esa preguntas Y para fabricarlas utilizarán simuladores de regolito lunar y marciano. Un plan para el que ya están en su primera fase de desarrollo. Pero ¿qué es el regolito? Esta palabra define esa primera capa de suelo no consolidado formado por pequeños fragmentos de roca y minerales sueltos. Si el punto de partida es atractivo, conseguir los materiales lo eleva a precios espaciales. Por eso, los integrantes de Hypate se aliaron con Exolith Lab, una entidad que colabora directamente con la Agencia Espacial Europea y la NASA. “La idea es hacer instrumentos musicales, pero no descartamos otro tipo de aplicaciones”, explica la investigadora Amparo Borrell sobre los propósitos de Hypate. Por ejemplo, utilizar esta singular materia prima para avanzar en algún tipo de construcción en la luna habitable para la raza humana.

Tumbas de la gloria

Frank Sinatra. Marilyn Monroe, Valerie Solanas o el Shá de Irán. Desde mediados de los 80, el artista Scott Covert ha peregrinado a las tumbas de estos personajes y tantos otros, sean estrellas, figuras de culto, líderes, asesinos o incluso, algún amigo ocasional. Pero no lo hace por afán turístico: él se dedica a hacer calcos sobre el relieve de las lápidas utilizando telas o papeles, carbón, barras de aceite y pintura. El resultado es una impresión que a veces interviene a su antojo. Algunos nombres se mezclan y se difuminan, con lo que parece que cientos de personas comparten el mismo lienzo, como una parcela de tierra. Le puede llevar años completar una pieza, esperando la yuxtaposición correcta de nombres. Esto podría implicar enemigos jurados (Bette Davis y Joan Crawford), alianzas improbables (Amy Winehouse y William Blake) o contrastes sorprendentes (está trabajando en una pieza que combina el elenco del Mago de Oz con las víctimas de los asesinatos de Manson, porque “eso es muy Los Ángeles".) Y es que para estas yuxtaposiciones tiene que viajar a diversos lugares del mundo y obtener los permisos necesarios. Hizo su primer frotamiento de tumbas en 1985, cuando tenía poco más de treinta años: The Dead Supreme, en homenaje a la miembro fundadora de The Supremes, Florence Ballard, quien murió en 1976 con sólo 32 años. Las pinturas de Covert se exhiben actualmente en la galería Studio Voltaire de Londres: el nombre de la muestra es C'est la Vie.

Mi vida con ellas

“A mí de niño me gustó dibujar vestidos, hacer trapitos y cosas por el estilo”, evoca Paco Jamandreu en su libro de memorias La cabeza contra el suelo. También recuerda los trajecitos Príncipe de Gales que le cosía a Eva Perón o la diatriba que le dedicó a Zully Moreno cuando ella se dedicó a hablar mal de los homosexuales: “Usted, mi querida, tendría que saber que si ellos no existieran no habría buen cine, ni ballet, ni música, ni siquiera grandes jerarcas”, le respondió. Es que sus puntadas no sólo son el resultado de un exquisito gusto avant garde que vistió a Eva de diosa punk con un traje hecho con tiras de terciopelo negro sobre un fondo nude. En ellas se adivina una vida de sacrificios pero también de epifanías. Es con ese sentido que él pensó el título de su libro. Y son estas memorias, justamente, las que guiaron a la curadora Lara Sol Gaudini –quien además fue diseñadora de vestuario del musical Paquito, de Juanse Rausch–, para crear “Casa Jamandreu”, la exhibición dedicada a este creador de alta moda que se puede visitar en el Museo de la Historia del Traje (Chile 832). La muestra propone un recorrido por la vida del vestuarista de estrellas en la vida y en el cine a través de sus obras y de algunas de las figuras familiares, artísticas y políticas (Eva, sí, pero también Coca Sarli, entre otras) que influyeron en él. Se incluyen piezas de indumentaria realizadas por Jamandreu y cuenta con fuentes documentales, como revistas, fotografías, archivos sonoros y otros materiales. Victoria Salías, directora del Museo de la Historia del Traje, expresó: “Desde hace tiempo queríamos hacer una muestra sobre Paco Jamandreu, uno de los diseñadores más populares del siglo XX en Argentina, un ser de una producción inasible: mítico y un poco mitológico también”. Por su parte, la curadora Gaudini señaló: “Esta muestra es un homenaje material a la riqueza visual que nos deja Paco en su libro. Con operaciones propias del diseño teatral, cada pieza exhibida recibe tratamientos que llevamos adelante los diseñadores y las diseñadoras escénicas para expresar un personaje. Meternos en su cabeza es habitar sus pasiones, texturas y traducciones”. Se puede visitar de miércoles a domingos, de 13 a 19, con entrada gratuita.