La Cepal espera que la economía argentina caiga 2 por ciento este año, en función de las grandes dificultades locales que se montan sobre un escenario regional complicado. A diferencia del organismo que depende de Naciones Unidas, el FMI todavía espera un modesto avance de 0,2 por ciento y el Banco Mundial apunta al "no crecimiento".
La situación económica se aleja cada vez más de la proyección oficial que quedó plasmada en el Presupuesto presentado el año pasado, que apuntaba a un crecimiento económico del 2 por ciento. En base a ese cálculo, los organismos internacionales realizaron sus estimaciones. Pero el deterioro obliga a bajar la vara.
La histórica sequía que afectó al sector agropecuario puso un techo al crecimiento potencial, a partir de la escasez pronosticada de divisas. Pero además, los previsibles tironeos políticos en el año electoral, la inflación que sigue en alza y el impacto limitado que tiene la nueva versión del dólar soja profundizan las expectativas negativas.
Este escenario local se monta sobre una situación regional compleja. De acuerdo a la Cepal, hay un "contexto de crecientes incertidumbres externas y restricciones internas, con lo cual se espera una profundización de la desaceleración del crecimiento económico durante 2023, que alcanzará una tasa del 1,2 por ciento". Junto a la caída del 2 por ciento de Argentina, Brasil crecería 0,8 por ciento; Uruguay, Perú, Bolivia y Ecuador aumentarían un 2 por ciento cada uno y Chile decrecería en un 0,3 por ciento.
La Comisión estima que todas las subregiones evidenciarían menor crecimiento en 2023 en comparación con 2022: América del Sur crecerá 0,6 por ciento frente al 3,8 por ciento en 2022, mientras que Centroamérica y México lo hará en un 2 por ciento, en comparación con el 3,5 por ciento en 2022. El Caribe crecerá 3,5 por ciento, aunque el año pasado se movió a una tasa del 5,8 por ciento.
A contramano de lo que pasa en Argentina, la Cepal destaca que en la región "se han desacelerado las presiones inflacionarias". De modo que el 7,7 por ciento de la inflación de marzo está a contramano de la tendencia a la moderación en otros países.