Tras pasar la noche en la Plaza de Mayo y hacer una protesta de ollas vacías frente al ministerio de Desarrollo Social, que conduce Victoria Tolosa Paz, las organizaciones de la Unidad Piquetera anunciaron que no tuvieron respuestas por parte del Gobierno y que continuarán con su plan de lucha. Buscarán acordar una acción en común con la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, integrada por movimientos que forman parte del oficialismo. La posibilidad de que confluyan está abierta porque conciden en denunciar los recortes en el programa alimentario y el Potenciar Trabajo, vinculándolos a presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Lo que está en agenda es continuar con las reuniones con la UTEP. Todas las organizaciones vamos a salir a la calle el 1ro de Mayo, pero esa es una fecha muy política y en la que cada sector va a tener su acto. Pensamos por eso en realizar una acción coordinada en la semana siguiente”, señaló a Página/12 Damaris Rolón, del Frente de Organizaciones en Lucha.
Hasta ahora sólo hubo un encuentro de los dirigentes de la UTEP con la Unidad Piquetera y la Coordinadora por el Cambio Social, que reúne a agrupaciones de la izquierda independiente. Que lleguen a un acuerdo para movilizarse juntos -incluyendo también a un cuarto sector, el del Bloque Nacional por el Trabajo, referenciado con Milagro Sala- no es tan seguro, dadas las diferencias ideológicas. Pero tampoco es imposible, ya que las organizaciones sociales en otros momentos han llegado a marchar el mismo día y tienen una tradición de cerrar filas frente a la represión o amenazas de ajustes. La dificultad que se les agrega en esta oportunidad es el año electoral.
Su próximo encuentro quedó pautado para el próximo martes. En el caso de que no avance la idea de una actividad en conjunto, la Unidad Piquetera tiene votada una marcha federal, desde el interior a la Ciudad de Buenos Aires.
Pedido de audiencia al presidente
Durante la protesta de este miércoles y jueves, los dirigentes de la Unidad Piquetera llevaron a la Casa Rosada un pedido de audiencia con el presidente Alberto Fernández. “Más del 40 por ciento de la población, 18 millones de personas, tienen dificultades para comer. Muchas de ellas asisten a los comedores populares de las organizaciones que representamos y están esperando, ya que nuestros pedidos son sistemáticamente desatendidos por su ministra de Desarrollo Social”, plantearon en la nota que entregaron en la casa de Gobierno.
La protesta fue realizada con tres demandas, “por asistencia integral a los comedores populares, la apertura del programa Potenciar Trabajo para quien lo necesite y el cumplimiento de los convenios por herramientas y materiales para los emprendimientos”.
Los dirigentes sociales señalan que la situación más crítica, debido a la inflación, es la alimentaria. “Desarrollo Social no está enviando a los comedores los alimentos comprometidos. La entrega de alimentos secos es parcial y no está mandando el refuerzo para los merenderos, que era un recurso con el que comprábamos alimentos frescos, lo usábamos para poder agregar fruta, leche o un pedazo de queso, también para comprar el aceite que el ministerio no provee. Sobre este refuerzo nos informaron directamente que este año no lo van a dar. Cuando reclamamos, dicen que no tienen partidas presupuestarias por decisiones del ministerio de Economía”, detalló Silvia Saravia, coordinadora territorial de Libres del Sur y candidata a gobernadora bonaerense por ese espacio.
Rolón también aseguró que “Desarrollo Social no abre negociaciones excusándose en que no tiene partida presupuestaria por Economía”. Y aunque la ministra Tolosa Paz niega el ajuste, no hay dudas de que está sucediendo, ya que no sólo el programa alimentario y el Potenciar sufren recortes, sino que tampoco la Secretaría de Integración Socio Urbana ha recibido las partidas comprometidas en el Presupuesto 2023 para realizar las obras de integración en los barrios populares, y se está manejando exclusivamente con su Fondo Fiduciario, que recibe automáticamente un porcentaje del impuesto al dólar País.
En cuanto al Potenciar Trabajo, su continuidad es considerada en peligro desde que el FMI, en su último reporte, publicó que había recibido la promesa del ministerio de Economía argentino de reducirlo en 400 mil planes. Los funcionarios desmintieron haber hecho tal compromiso, pero lo cierto es que el programa ya tuvo 100 mil bajas y Desarrollo Social incumple con el envío de herramientas e insumos a sus emprendimientos.