“La escena muestra a un niño aburrido, somnoliento en el consultorio de su padre, médico de profesión. El hombre presta atención a los bostezos de su hijo y le pide (le ofrece) que le lea un libro, y se lo acerca. El pequeño se entusiasma con ese ejemplar entonces extrañísimo, de un tal William Shakespeare, que en 1599 había publicado La tragedia de Julio César, libro que ahora comienzan a reconocer sus manos pequeñas, esas que luego sabrán labrar la tierra tanto como sembrar los versos más bellos e invisibles de la provincia de Catamarca”.
El prólogo es de Juan Francisco “Pachi” Uriarte, el libro de Enrique Traverso, y se presenta hoy a las 19 horas en la sala Augusto Cortázar de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Los Cuentos reunidos de Traverso, son parte de la colección de la editorial Maíz Rojo, comandada por Uriarte y el mismo Traverso
El quilmeño Washington Cucurto será encargado de moderar la presentación del flamante volumen que reúne 77 de los más destacados cuentos del catamarqueño; una compilación de textos escritos durante más de treinta años. Cada cuento “bucea con implacable lucidez en la maravilla y el horror de la vida cotidiana”, con piezas literarias “atemporales y universales”.
La obra es una curaduría de Uriarte, editor y corrector de los cuentos junto a Ana Lizondo. Para Traverso “un escritor escribe un solo libro, todos los textos son un mosaico más de una misma obra”.
“Hay muchos cuentos que son cuentos breves escritos hace una década. Hay crónicas que no están clasificadas como tal, escritas en la revista dominical de diario El Ancasti, y además cuentos largos que iban a ser parte de un libro sobre la pre y la pos dictadura que posiblemente en algún momento salga”, describe el autor.
El prólogo insiste: “Poco después de esa primera lectura entre paciente y paciente de su padre, el pequeño habrá caído ante el sortilegio de la palabra escrita y devorará (a sus trece, catorce y los años que siguieron) los libros de la biblioteca familiar con interés vigoroso. Poco se le escapa, y lee tanto que la escritura se le hace inevitable. Y para cuando sus piernas ya son dos palotes flacos y altos, nacen sus primeros textos, interpretaciones por escrito de su incipiente visión del mundo”.
El maestro rural que vivó cinco años en una villa miseria, pero también bebió de las serranías del interior de Catamarca en Ancasti, describe que “hay cuentos que son nimiedades que van por el contorno, cuentos que hablan de personas anónimas, y otros que hablan de personas del norte argentino, están cruzadas mis lecturas, curiosidades, vivencias”.
Traverso se define como gran lector de escritores latinoamericanos, como Horacio Quiroga, entre otros. Uriarte, en su prólogo, arrima sus letras a la pluma de Luis Franco o Juan Bautista Zalazar: “Ha sido persona cercana y discípulo de un grande de la literatura catamarqueña como Juan Bautista Zalazar, y sólo una pizca de lectores recorrieron como él las páginas de Luis Franco, a quien conoce tanto que puede escribir en sus alturas”.
Maíz Rojo
Los Cuentos reunidos de Enrique Traverso forman parte de la colección de la editorial nacida a fines del 2020. En su haber se incluye la reedición de Hudson a caballo y Nuestro padre el árbol, de Luis Franco, y la histórica antología “Veintiuno por veintiuno. Narrativa Catamarqueña Hoy”, que aunó en un volumen las voces de veintiún autoras y autores contemporáneos de Catamarca.