El magnate Elon Musk, dueño de Twitter, confirmó que está pagando la marca de verificación de la red social de algunas celebridades, luego de que la empresa comenzara a retirar la tilde azul de la mayoría de las cuentas que no están suscritas al servicio Twitter Blue.
"Solo Shatner, LeBron y King", respondió el director ejecutivo de Tesla y SpaceX a un mensaje en la red social sobre la confesión del empresario de que paga personalmente la suscripción de las cuentas del actor William Shatner, el jugador de básquet LeBron James y el autor Stephen King.
Tanto James como King habían anunciado con anterioridad que no pagarían el servicio de suscripción de Twitter, que cuesta 8 dólares al mes. King, de hecho, publicó un mensaje en la red social en el que aseguraba no saber por qué le seguía apareciendo la tilde azul, ya que él no se ha suscrito a Twitter Blue.
De qué se trata el servicio "Twitter Blue"
Los usuarios de Twitter Blue pueden editar sus "tuits", publicar contenido de hasta 10.000 caracteres y conseguir que el algoritmo de la plataforma impulse sus publicaciones.
Sin embargo, solo el 0,2% de los usuarios de la red pagan por Twitter Blue: en marzo, Twitter Blue tuvo alrededor de 116.000 suscripciones confirmadas en la web, un 138% más que el mes anterior, según Similarweb.
Esta cantidad de abonos no produce ingresos suficientes como para compensar el dinero que la empresa perdió cuando diversas compañías dejaron de insertar publicidad en Twitter con la llegada de Musk.
Twitter y los cambios en la verificación de cuentas
Desde su creación en 2009, la insignia azul de verificación se convirtió en un distintivo fundamental para brindar un espacio de confianza para muchos usuarios. Actualmente, en Estados Unidos, la suscripción a Twitter Blue cuesta 8 dólares al mes, 11 desde la tienda de Apple.
Sin embargo, el sudafricano, que también es CEO de Tesla, siempre consideró esa etiqueta como "un símbolo de una especie de sistema de clases digital", por eso abrir la certificación a cualquiera que pueda pagar por ella fue una de las primeras decisiones que tomó el multimillonario cuando compró la red social.
El lanzamiento de la primera versión de la suscripción desató una ola de cuentas falsas, que incluso se hacían pasar por el propio Musk y lo obligaron a dar marcha atrás, no sin antes perder muchos de sus anunciantes, fuente de ingresos vital para la plataforma.
La única exceptuada de estos pagos será la Casa Blanca, que mantendrá un símbolo especial como entidad gubernamental, ya anunció que no abonara las cuentas de sus empleados, según el sitio especializado Axios.
Del mismo modo, la mayoría de los medios y las empresas están esperando ver cómo avanza el asunto antes de decidir si pagan o no 1.000 dólares mensuales y 50 dólares adicionales por cada cuenta, en Estados Unidos.